noviembre 23, 2008

 

Sultana Jaya: “Podemos resistir cien años, nunca nos van a doblegar”

La activista saharaui de derechos humanos se recupera de las secuelas de las agresiones policiales marroquíes mientras espera por volver al Sahara

Santa Cruz de Tenerife.- El caso de Sultana no es único. La mujer saharaui ha sido desde la ocupación marroquí del Sahara Occidental en 1975 la piedra piramidal sobre la que se ha asentado la resistencia de su pueblo. Violaciones, torturas, malos tratos, detenciones arbitrarias, abortos forzosos, asesinatos de bebés, secuestro de sus hijos o desapariciones son las armas que se despliegan contra ellas un día tras otro desde hace 33 años, tal y como confirman organizaciones internacionales de tanta credibilidad como Amnistía Internacional o Human Right Watch. Sultana es una de ellas, un caso que simboliza la tragedia de todas y cada una de las mujeres saharauis, sus madres, sus hijas y sus hermanas, una tragedia que apenas despierta el interés de la comunidad internacional y de aquellos gobiernos que se denominan democráticos.

El 9 de mayo de 2007, Sultana Jaya, una joven saharaui natural de Bojador “desterrada” por las autoridades de ocupación en el Sahara al territorio marroquí por su participación en manifestaciones pacíficas en defensa de los derechos humanos, participaba en una sentada junto con sus compañeros estudiantes de la Universidad de Marrakech. Súbitamente, centenares de unidades antidisturbios cargaban contra las pocas decenas de estudiantes saharauis que coreaban consignas y Sultana era “salvajemente golpeada”. Fruto de “la paliza” la bella joven saharaui perdía un ojo.

Sujetándolo en sus propias manos, era trasladada a la comisaría de Jamaa Lafnaa. Sin recibir asistencia médica alguna, Sultana era interrogada durante horas al borde de la inconsciencia. Aún así, todavía recuerda a uno de los policías decirle a un compañero que le pegara más para que perdiera su entonces ya único ojo y le viene a su mente la imagen de los gatos de la comisaría lamiendo su sangre mientras permanecía tirada en el suelo. Hoy, recuperándose en España de las secuelas de la salvaje agresión, sólo espera volver al Sahara mientras intenta dar a conocer la situación que viven los saharauis en su propia tierra.

¿Por qué decidió ir a estudiar a Marrakech?

“Fui desterrada a Marruecos por mi implicación en la Intifada que iniciamos en mayo de 2005. Decidí proseguir mis estudios de francés en una academia de cierto prestigio y la más cercana era la de Marrakech”.

¿Mantenía actividades políticas antes de su detención?

“Por supuesto, yo al igual que muchos jóvenes saharauis hemos mantenido un compromiso con nuestra causa nacional y llevamos a cabo actividades políticas y de defensa y reclamación de nuestros derechos humanos”.

¿Qué clima existía en la comunidad de estudiantes saharauis en Marrakech los meses y días anteriores a ser detenida?

“De ebullición. A diario llevábamos acabo actividades dentro del campus. Sentadas, manifestaciones solidarias con los presos políticos saharauis y las victimas de las agresiones de los destacamentos de intervención marroquíes en las ciudades saharauis ocupadas y en el sur de Marruecos. El régimen marroquí debía tener constancia de nuestra presencia y lucha diaria”.

¿Cómo pudo abandonar el territorio controlado por Marruecos y cómo ha sido el proceso de su recuperación?

“Gracias a una ONG sueca me fue otorgado un visado humanitario sin el conocimiento de las autoridades marroquíes. Estuve una semana en Estocolmo, dando charlas y testimonio de lo que está ocurriendo en las zonas ocupadas y la falta de garantías en materia de derechos humanos. El 9 de septiembre llegué a finalmente Barcelona donde fui sometida a una operación muy delicada para colocarme una prótesis ocular. A día de hoy, sigo con revisiones periódicas, sufriendo dolores intensos en la cabeza y las secuelas de los golpes”.

¿Tiene previsto volver a vivir al Sahara?, ¿cuándo?

“Por supuesto, ardo en deseos de reanudar mi lucha diaria donde la dejé, junto a mis compañeras y compañeros y lo haré en cuanto consiga el alta médica”.

La tragedia que vivió y la forma de enfrentarse a ella le han llevado de ser una anónima estudiante saharaui en el campus de la universidad de Marrakech a convertirse en un símbolo para su pueblo. ¿Cree que su vida en el Sahara volverá a ser igual alguna vez?, ¿en qué cambiará?

Mi vida cotidiana es la misma y mi sacrificio es por una causa justa, la causa de nuestro pueblo. Yo no soy un símbolo, símbolos son los caídos en combate y en las mazmorras marroquíes. Sólo cambiará que desde ahora y en adelante veré al régimen marroquí con un solo ojo, pero preciso e intenso, y no escatimaré ningún esfuerzo para luchar sin tregua hasta la victoria final”.

Sabe que si vuelve las autoridades marroquíes volverán a intentar callar su voz por los medios más efectivos posibles ¿No tiene miedo?

“No tengo miedo. Estoy segura de que mi vida no vale más que la de otros compatriotas”.

Después de que Marruecos haya estado 30 años intentando privar a las nuevas generaciones saharauis de conocer su historia y borrar cualquier signo de su propia identidad, los jóvenes saharauis se han convertido en el elemento más activo de la lucha del pueblo saharaui por su libertad, ¿cómo han vivido los estudiantes, los jóvenes, incluso los niños saharauis, esta toma de postura activa en la lucha de su pueblo?, ¿cómo cree que se ha producido el proceso?

“Marruecos se equivocó pensando que con el tiempo esto se acabaría. Subestimó la fuerza y la voluntad de nuestro pueblo y el potencial que forman las nuevas generaciones de saharauis. Nosotros tenemos la convicción de que la justicia basa la causa que defendemos”.

Tras la decidida e inesperada toma de postura de los jóvenes saharauis que ha convulsionado toda la sociedad saharaui desde su interior así como el proceso histórico y político en el que está sumido su pueblo, ¿se puede decir qué diferencias se existen entre su planteamiento y el que hasta ahora han mantenido las generaciones que lucharon antes que ustedes por la causa de la liberación saharaui?

“No existe tal diferencia, sólo se trata de una adaptación a la nueva situación. Después de esta espera tan larga, había que actuar y la Intifada era la alternativa más lógica. Es un método más para arrebatar nuestros derechos legítimos a quien nos los usurpó”.

¿Siendo niña era ya usted consciente de la situación que vivía su pueblo?, ¿cómo lo percibía?

“Todos, desde la más tierna infancia, hemos vivido el terror y la persecución diaria de nuestros mayores, este hecho nos hace perder la inocencia propia de la infancia y madurar de forma apresurada”.

Tanto el Frente Polisario como la sociedad saharaui en general recibe presiones enormes de los jóvenes para reanudar la lucha armada, ¿qué opina sobre este posible regreso a la guerra?

“Nadie desea la guerra, somos un pueblo que ama la paz. La invasión nos obligó a empuñar las armas porque era la única alternativa que nos quedaba”.

Desde su detención y especialmente desde su llegada a España y su actitud de denuncia de la situación del pueblo saharaui en los territorios ocupados en numerosos foros en los que ha intervenido, ¿ha sido su familia que permanece allí objeto de alguna amenaza, presión o agresión por parte de las autoridades marroquíes?

“Sí, los mantienen en un estado de vigilancia permanente y les aplican un boicot económico para silenciar mi voz y la de los demás activistas”.

Usted mantiene contacto habitual con los territorios saharauis ocupados por Marruecos, ¿cómo es la situación en estos momentos?

“Sigue la represión y las continuas violaciones de los más mínimos derechos, las detenciones diarias, los juicios sumarios, y maltrato continuo”.

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noviembre 09, 2008

 

Sultana Jaya y El Mami Amar Salem intervienen en una conferencia sobre derechos humanos en Córdoba

El día 31 de octubre en el salón de la asociación de vecinos Amanecer de Fátima (Córdoba) a las 18 horas se realizó una conferencia sobre los derechos humanos, organizada en colaboración con Acansa y con la participación de:

ELMAMI AMAR SALEM. Presidente del comité contra la tortura en DAJLA y medalla de oro de la liga española de derechos humanos.

SULTANA JAYA. Estudiante saharaui de la universidad de Marrakech.

Presento el acto un representante de la asociación cordobesa de amigos de los Saharauis:

Comenzando con la proyección de un documental sobre el proceso del Sahara titulado “ENTRE EL CIELO Y LA NADA”.

Y la intervención de los dos ponentes:

Los mismos trataron a fondo el tema de los derechos humanos en los territorios ocupados, como la población saharaui esta abandonada por la comunidad internacional, como asisten sin intervenir a la persecución permanente de los Saharauis sin excepción, niños, mujeres, jóvenes, mayores, etc.

Estas dos intervenciones realizadas desde la traumática experiencia personal vivida por ambos, de tortura y persecución, que los ha traído a nuestro país para poder recuperarse de sus heridas, son el mejor testimonio de lo que diariamente pasa en los territorios ocupados.

Intervenciones que consiguieron arrancar los aplausos y lágrimas de las personas asistentes, al final se inicio un coloquio con muchas preguntas sobre los problemas actuales del Sahara, tanto de los territorios ocupados como de los campamentos de refugiados, terminando el acto con la recogida de firmas “todosconelsahara.com” para presentar al presidente del gobierno español en apoyo al pueblo saharaui, venta de libros y compromiso de colaboración de la asociación y participantes en los proyectos de la asociación de amigos de los Saharauis.

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octubre 07, 2008

 

Sultana Jaya_"Mi sufrimiento es el sufrimiento de todo el pueblo saharaui"

Entrevista a Sultana Jhaya, víctima de torturas en Marruecos, durante el Primer Encuentro Internacional de Solidaridad con el Sáhara en Sevilla

"Mi sufrimiento es el sufrimiento de todo el pueblo saharaui"

5 de octubre de 2008. Dolores Godino / laRepublica.es

Tiene sólo veintisiete años y una cara redonda y bonita. Parece una joven tranquila y con toda la vida por delante, pero cuando esta mujer nos cuenta su pasado, hay en él más sufrimiento que el que muchas personas de más edad podrían soportar. Sultana Jhaya se ha hecho tristemente famosa por las torturas sufridas hace un año y medio, a manos de la policía marroquí, que le provocaron la pérdida de un ojo. Hoy, tras varias operaciones de cirugía y reconstrucción, se ha convertido en un símbolo de la lucha del pueblo saharaui.

Usted era una estudiante en Marrakech. Su único crimen fue solidarizarse pacíficamente con otros estudiantes saharauis que habían sido apaleados por la policía en Agadir. ¿Cómo sucedió todo?

En el 2005, como es sabido, estalló la intifada saharaui por la independencia, que es un levantamiento popular y una muestra de resistencia del pueblo saharaui, sobre todo jóvenes, contra la ocupación marroquí y la represión. En el 2007, estaba en Marrakech, con otros estudiantes saharauis, en la Universidad, y decidimos organizar una sentada en solidaridad con lo que pasaba en los territorios ocupados, sobre todo en solidaridad con los compatriotas que habían sido víctimas de graves violaciones de los derechos humanos.

Yo estuve al frente de la manifestación, de la sentada, y vinieron más de setecientos antidisturbios. Y era tan rápido y tan brutal que de repente me encontré rodeada por un centenar de antidisturbios, uno me pegó directamente al ojo, se me cayó el ojo en la mano, y cuando le pedí que dejara de torturarme, otro agente les ordenó: “¡pegadle en el otro ojo!”. Afortunadamente, el otro golpe llegó sólo al hueso, no llegó a destruirme el otro ojo.

Y de repente trajeron a otro grupo de estudiantes saharauis, chicas, y nos metieron en una ambulancia. Yo estaba sangrando, nos metieron sangrando en la ambulancia, yo me acuerdo de un golpe, de una patada que me hizo rodar dentro de la ambulancia y me impidió sentarme en la camilla. Un policía me dijo: “la camilla es para los marroquíes, vosotros sois animales y no merecéis la cama”. Yo, con el ojo en la mano, gritaba “¡que me duele mucho!”. Él me metía los dedos en el ojo, en el agujero, para que sufriera más, incluso el conductor de la ambulancia decía: “pega a la puta polisaria, y si no quieres, déjame a mí, que yo me encargo”.

Fuimos al hospital y no nos atendió nadie, sólo me lavaron la cara, que estaba cubierta de sangre, para que nadie me hiciera fotos. Y después nos llevaron a la comisaría de un área turística de Marrakesh, donde los europeos están ahí, de turistas, mientras que abajo hay una cárcel donde masacraban a los saharauis.Y lo peor es que, cuando nos metieron en la cárcel nos encontramos a treinta saharauis más, totalmente destrozados, sin ropa, y con secuelas de tortura, con las manos atadas detrás. Eso fue lo más fuerte de lo que sufrimos en aquel momento. La situación de estos jóvenes saharauis era muy, muy impactante.

Pasó una hora y media. Ya estaba casi muriéndome de tanto perder sangre, cuando me llevaron a un hospital marroquí. Allí, las enfermeras simplemente me metieron en una cama. Vino un grupo de oficiales, parecían autoridades, preguntando “¿dónde está la polisaria?” Les dije que era yo y me dijeron: “¿todavía dices que eres polisaria?” Uno de ellos me arrastró y me tiró al suelo. El hospital estaba en condiciones infrahumanas y vomité sangre. Me puso las botas encima de la cabeza y apretó y me dijo: “lame tu propia sangre, asquerosa polisaria”. Los únicos que lamieron la sangre fueron los gatos que deambulaban por el hospital.

Me llevaron a otra habitación, donde había solamente una paciente y a las cuatro de la madrugada vino otro grupo de policías con un papel para que se lo firmara. Les dije que tenía los brazos rotos y no veía nada. Cogieron mi mano y por la fuerza impusieron las huellas. Eran las acusaciones del proceso.

¿Nadie la ayudó en esos momentos?

Durante todo el tiempo, lo único que les pedía era agua para beber, y ellos no me trajeron nada. Vino una familiar de la otra paciente marroquí, le pedí algo de beber y me dio un poco de leche. Le di un número de teléfono de mi familia, para que la avisara. Pero estaban vigilando la habitación, entraron y le dieron una bofetada a la chica marroquí y borraron el número. Cuando vieron ese acto de simpatía, me llevaron a otra habitación aislada. Y luego vinieron quince agentes, parecían oficiales, y la enfermera me dijo: “tienes que comprar el hilo para coserte el ojo”. Eso es muy habitual en Marruecos. Le contesté “¿cómo voy a comprar el hilo, estoy esposada a la cama, y en esta situación? Te doy un número y llama a cualquier saharaui o a mis familiares y te compran todo lo que quieras.” Lo lógico es que tenían que operarme en un plazo de seis horas, y tardaron dieciocho horas.

Y de repente, un policía tuvo clemencia de mí y me dijo “oye, no toleraría que eso le pasara a mi hermana o a un familiar mío. Dame un número y llamamos a algún familiar.” Al principio no confiaba en él, pensaba que lo que quería era un número de contacto. Pero al final se lo di, marcó y me dejó el teléfono. Llamé a una amiga y afortunadamente estaba con ella el presidente de una asociación de derechos humanos saharaui y vinieron, pusieron trabas, porque lo que querían los marroquíes era coserme los párpados sobre la cuenca del ojo, directamente. El presidente de la asociación es una persona muy formada y les dijo que iban a tener que asumir su responsabilidad. Intentaron omitir las fracturas en la cara y en la cabeza, pero al final un médico asumió la responsabilidad y me operó.

¿Estuvo luego en la cárcel?

Sí. Me llevaron al tribunal y el procurador del Rey me dijo que si quería que me soltaran tenía que decir que todo el daño se lo habían hecho los propios estudiantes saharauis. Me negué y me condenaron a ocho meses de cárcel. Después, cuando salí, me invitó una asociación sueca de apoyo al pueblo saharaui y salí de Marruecos sin que las autoridades se enteraran, clandestinamente.

Ahora vive en España, donde la han operado y le han reconstruido el rostro. Se dedica a denunciar los malos tratos y las torturas de Marruecos. ¿Qué piensa hacer en el futuro? Mi intención es volver a los territorios ocupados, pero estoy esperando a tener los papeles, para poder regresar si es necesario. Si no, no podré hablar sobre el Sáhara. Con papeles, tendré protección, podré entrar en Marruecos y seguiré luchando por los derechos de mi pueblo. Eso es lo más importante para mí, la causa saharaui y que la República Árabe Saharaui Democrática sea el representante único del pueblo saharaui.

Usted se ha convertido en un símbolo y un referente para su pueblo. Pocas personas de su edad pueden afirmar eso.

Mi sufrimiento es el sufrimiento de todo el pueblo saharaui, que vive en los territorios ocupados bajo la represión y opresión sistemática de las autoridades de ocupación marroquíes. Y de la otra parte de la población saharaui, que sufre en los campamentos de otra forma; no es la represión, pero sí la tortura del exilio.

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septiembre 21, 2008

 

La activista saharaui Sultana Jaya en Chiclana

19 de septiembre 2008

Sultana Jaya estuvo acompañada por el delegado saharaui para Andalucía Abidin Bucharaya y la abogada Cristina Navarro, quien ha asistido a numerosos juicios contra activistas saharauis de derechos humanos en el Sahara ocupado. Esta fue su intervención:

"Antes de nada, deseo agradecer profundamente la asistencia de todos los aquí presentes a este acto y aprovechar esta ocasión para alzar el símbolo de la victoria en solidaridad con nuestros hermanos saharauis en los Territorios Ocupados, en el sur de Marruecos y con los estudiantes saharauis en las universidades marroquíes, aquellos que cada día mantienen vivo el espíritu de la Intifada bajo el lema: LA INTIFADA PACÍFICA CONTINÚA.

Por supuesto, mi más sincero agradecimiento a los organizadores de este acto por ofrecerme este valioso espacio en el que poder transmitir e informar sobre las graves violaciones de los DD.HH. que el régimen marroquí practica de forma sistemática en las zonas ocupadas del Sáhara Occidental.

A partir del 21 de mayo de 2005, la población saharaui ha incrementado su lucha pacífica contra la ocupación marroquí, organizando manifestaciones en las que demandan el cese de la ocupación y la celebración de un referéndum de autodeterminación, enarbolando banderas nacionales saharauis, banderas del FRENTE POLISARIO, con sentadas en lugares públicos y delante de las instituciones, para condenar las violaciones de los derechos humanos que sufre la población saharaui.

Diversas asociaciones de DD.HH. compuestas por activistas saharauis, se han ido constituyendo a lo largo de estos años con la intención de observar, recoger en informes y ser testigos de todas estas violaciones diarias y ejercer presión para el cese inmediato de la violencia intensiva, el saqueo de las riquezas naturales saharauis por parte del gobierno marroquí en estos 33 años de ocupación ilegal, desde que en el año 1975 Marruecos invadiera el Sáhara Occidental, y el fin de la ocupación ilegal.

Ante la lucha pacífica de la población saharaui, el régimen invasor marroquí ha desplegado un plan especial de seguridad en el Territorio con el objetivo de hacer callar la voz saharaui, que sigue pidiendo la celebración del referéndum y el respeto a la legalidad internacional. Este plan de seguridad se basa en la detención o secuestro de los manifestantes para luego torturarlos y en algunos casos violarlos y dejarlos abandonados a las afueras de las ciudades. La policía judicial inventa informes falsos de los hechos y con ellos mandan a decenas de activistas de DDHH y manifestantes a las cárceles para enjuiciarlos posteriormente llegando la sentencia entre seis meses a 20 años en algunos casos.

Otros métodos represivos son: el despido del trabajo, la congelación de sus salarios, el destierro hacia ciudades marroquíes, el castigo colectivo como método disuasivo en los barrios, el allanamiento de sus viviendas, la destrucción de los bienes familiares y el robo de todo lo que consideren de valor.

Muchas han sido las secuelas físicas, además de las morales, que nos ha dejado la barbarie del régimen marroquí, fracturas, parálisis total, incluso la muerte. Yo he perdido mi ojo derecho, mi caso personal es un ejemplo que evidencia la dura represión a la que estamos sometidos los saharauis bajo el yugo marroquí.

Estas prácticas se llevan a cabo en una situación de bloqueo total de las ciudades ocupadas y del sur de Marruecos, por parte de miles de policías vestidos de civil con la intención de camuflarse entre la población y por las unidades de intervención rápida, los destacamentos del GUS y del ejército marroquí desplegados dentro de las ciudades y en las afueras de las mismas. Estas unidades son atraídas desde los muros “de la vergüenza” y del interior de Marruecos, sirviendo de refuerzo a las ya existentes con el objetivo de:

Hacer callar la voz del pueblo saharaui, hostigar y perseguir a los militantes y activistas que luchan por seguir informando sobre las violaciones perpetradas contra ciudadanos saharauis en los Territorios Ocupados y reprimir las manifestaciones pacíficas que exigen la celebración del referéndum. Estas manifestaciones se han ido extendiendo por todas las localidades y ciudades Saharauis como El Aaiun, Smara, Bojador, Dajla y por ciudades del sur de Marruecos como Assa, Zak, Mhamid el Guslan y entre los estudiantes saharauis en las universidades marroquíes.

Estos acontecimientos han desenmascarado la verdadera imagen del régimen marroquí y ha evidenciado el falso discurso y la amañada propaganda marroquí en el extranjero sobre un país donde supuestamente reina el estado de derecho. Los años de plomo no han dejado de sucederse a pesar de la inútil Instancia de Equidad y Conciliación. Muchas son las pruebas que así lo muestran, como los últimos acontecimientos ocurridos en Sidi Ifni en los que la naturaleza sanguinaria del régimen marroquí se descubre nuevamente.

Mi presencia hoy aquí tiene como fin informarles del calvario que sufre el ciudadano saharaui en los Territorios Ocupados, en las ciudades del sur de Marruecos y en las universidades marroquíes, pero les confieso que me resulta difícil transmitirles todo el dolor y la tragedia que nos sobreviene diariamente. El cerco militar que rodea los Territorios, los muros “de la vergüenza”, la implantación de filtros de control y seguridad, la militarización de las ciudades con el despliegue de diversos cuerpos militares y paramilitares, el bloqueo mediático e informativo con la prohibición de entrada a las delegaciones políticas, la prensa y los observadores de DD.HH., el control de los Territorios bajo la más estricta vigilancia, la detención de decenas de presos políticos y activistas, su encarcelamiento en celdas en las que padecen todo tipo de atrocidades y degradaciones contra su dignidad humana, la persecución a los militantes y activistas saharauis y su enjuiciamiento bajo acusaciones falsas e infundadas…

Todo esto ha creado una situación humana dramática.

A través de este plan sistemático, el régimen marroquí intenta usurpar los derechos legítimos del pueblo saharaui reconocidos por la Comunidad Internacional, pero la población saharaui, hoy más decidida que nunca, mantiene su resistencia pacífica bajo la dirección de su representante único y legítimo: el Frente POLISARIO.

Antes de finalizar, quisiera aprovechar esta tribuna para hacer un llamamiento a todas las personas solidarias y amantes de la justicia y la paz, para que aunemos esfuerzos y así ejercer una mayor presión contra el régimen invasor marroquí y de esta forma:

Esclarecer el paradero de los más de 500 desaparecidos saharauis y exigir la liberación inmediata de los 43 presos políticos saharauis encarcelados injustamente en las cárceles marroquíes, además de condenar las violaciones de los Derechos Humanos en los Territorios.

El cese de la campaña represiva contra los estudiantes saharauis en las universidades marroquíes

El envío de delegaciones políticas, miembros de la prensa y de ONGs al Territorio, para que sean testigos de los acontecimientos y puedan informar sobre ellos a la Comunidad Internacional

Exigir la celebración sin más tardanzas del referéndum de autodeterminación del Pueblo Saharaui

De nuevo les agradezco su atención y el apoyo solidario que nos brindan cada día. Todo el pueblo Saharaui les da las gracias. Shukran".

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junio 29, 2008

 

Sultana Jaya aborda en Miranda la situación actual del pueblo saharahui

EL CORREO DIGITAL. 28.06.08 - M. A. C. MIRANDA DE EBRO

A. GÓMEZ. Las concejalías de Igualdad y Servicios Sociales promovieron, de modo conjunto una charla para dar a conocer la realidad del pueblo saharaui.

Las gestiones de la Delegación del Frente Polisario en Castilla y León, propiciaron que hasta Miranda llegara otra mujer comprometida con la causa del pueblo saharaui, Sultana Jaya. Ella se dirigió a quienes asistieron a la conferencia en la Casa de Cultura en hasania, como «manifestación explícita de su identidad». La práctica totalidad de los asistentes a la conferencia fueron los mirandeses miembros de la Asociación Burgalesa de Amigos del Pueblo Saharaui, que acudieron, en su mayoría, acompañados por los niños de los campamentos del Tinduf que están pasando el verano en sus domicilios.

Jaya vino a Miranda con el ánimo de «denunciar lo que está sucediendo en los territorios ocupados». Una situación que según ella, un activista que en 2007 perdió un ojo cuando participaba en una manifestación de protesta, y que fue condenada a ocho meses de prisión, «es conocida por todo el mundo. Otra cosa es que haya quienes por idea política no quieran saber nada».

Compromiso

En relación con el posicionamiento de los países en relación con la situación de los saharauis su lucha por la autodeterminación del territorio, Sultana Jaya, lo tiene claro, y afirmó que «es un deber de todos los pueblos y países del mundo apoyarnos y estar hoy al lado del pueblo saharaui que es la víctima».

Además de insistir en ello ante los mirandeses, esta mujer hizo especial hincapié en el que debe ser el papel de España. «Nosotros nos consideramos todavía bajo la tutela española. Este país nos entregó a Marruecos, por eso le decimos al Gobierno español que asuma su responsabilidad».

Para que se conozca la realidad del Sahara es por lo que activistas como ella recorren el mundo, y ayer apuntó que es tan importante explicarla en grandes ciudades o lugares como Miranda. «Para nosotros es muy importante que lugares como éste se interesen por nuestra causa. Venir aquí hace que nos sintamos fuertes porque notamos, de verdad, la solidaridad de las personas».

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junio 02, 2008

 

Jornadas derechos humanos en el Sahara Occidental. Um Draiga, 30 y 31 de mayo de 2008

Los días 30 y 31 de mayo se celebraron en Zaragoza las II Jornadas de derechos humanos en el Sahara Occidental, dentro del compromiso de Um Draiga Amigos del Pueblo Saharaui de Aragón con la denuncia de la la violación de derechos humanos en las zonas ocupadas, siendo además 2008 el año internacional por los derechos humanos en el Sahara Occidental, tal y como recordó Enrique Gómez en nombre de la asociación.

Tras la inauguración de las jornadas por Julio Martínez, técnico de cooperación del Ayuntamiento de Zaragoza, Juan Soroeta, profesor titular de Derecho Internacional Público y Relaciones Internacionales de la Universidad del País Vasco comenzó ofreciendo un amplio resumen de la historia del conflicto del Sahara desde la perspectiva del derecho internacional. Calificó la situación actual como un callejón de difícil salida, en la que parecen agotadas las posibilidades que ofrece el derecho internacional. En palabras de Juan Soroeta, algo que no se debe olvidar es que en la actualidad se puede perfectamente realizar el referéndum y es lo que debería llevarse a cabo. Aunque la situación, en lo referido al derecho internacional, está actualmente estancada, el profesor afirmó que se puede avanzar a través de las vías que ofrece el derecho interno. El ejemplo es la querella presentada contra los militares marroquíes acusados de genocidio contra el pueblo saharaui.

Con respecto a la “neutralidad activa” que está aplicando el gobierno español en el tema del Sahara, el profesor Soroeta recordó que "que ante el derecho no cabe la neutralidad, si se es neutral es que el derecho no se está aplicando, por lo tanto lo que se debe hacer es estar activamente a favor del derecho".

Mohamed Ahmed Laabeid, miembro de la ONG saharaui AFAPREDESA (Asociación de Familiares de Presos y Desaparecidos Saharauis) se refirió a la situación interna de Marruecos que calificó de “olla a presión”. Desde Marruecos siempre se ha utilizado el Sahara para desviar la atención de otros problemas internos. Recordando que tras los años de plomo de férreo bloqueo, la situación ha cambiado gracias a Internet y los teléfonos móviles, Mohamed Laabeid hizo un llamamiento a los saharauis para que ayuden a que se conozca lo que está ocurriendo en el Sahara, ya que "la lucha que se pierde es la lucha abandonada".

Los problemas a los que se enfrentan las organizaciones de derechos humanos en el Sahara son por un lado la falta de documentación, ya que parte de los desaparecidos eran nómadas que carecían de documentos, el otro problema es la negación de la existencia de los desaparecidos por parte de Marruecos. La resistencia y los desaparecidos comenzaron en los años 70 pero Marruecos durante mucho tiempo logró hacer un embargo mediático. Laabeid también se refirió al Informe de la Comisión de derechos humanos de la ONU sobre la situación de las zonas ocupadas cuya publicación se encuentra actualmente bloqueada por presiones de los aliados de Marruecos y que sólo se conoce de forma extraoficial.

Inés Miranda, coordinadora de la Misión de Observadores en el Sahara Occidental del Consejo General de la Abogacía de España y Premio internacional de derechos humanos de la IBA, 2006, comenzó su intervención recordando que a los primeros juicios a los que acudieron los observadores internacionales fueron a los juicios por las manifestaciones de El Aaiun y Smara tras la liberación de Mohamed Daddach en 2001, después de que este preso político hubiera pasado más de 20 años en prisión. La acusación más habitual era la de constituir bandas para cometer delitos.

Los juicios se desarrollan sin garantías. Inicialmente los abogados no tenían la posibilidad de asistir en comisaría a los detenidos. Normalmente los activistas cuando son detenidos desaparecen y durante varios días no se sabe nada de ellos. Antes no pasaban por ningún juez instructor, si no que eran directamente encarcelados en la Cárcel Negra. Los juicios se celebraban posteriormente en prisión, con lo que los abogados no tenían posibilidad de reunirse con el preso. Poco a poco se empezaron a celebrar juicios y a permitir a los abogados acceder a los detenidos antes de ser conducidos al tribunal. Normalmente las declaraciones que prestan los detenidos no tienen nada que ver con lo que se presenta posteriormente ante el juez como su supuesta declaración.

A los activistas en las ciudades ocupadas no se les permite trabajar, les cierran los negocios, y las multas a las que se les somete agravan aún más las condiciones de su familia. La falta de garantía de los juicios llega a que en muchas ocasiones, sobre todo en los juicios de 2005, muchos de los presos entraban con heridas abiertas y fracturas al tribunal. Gran parte de las declaraciones de los detenidos no constan en acta. Tampoco hay que olvidar que todos estos juicios son nulos en tanto que la administración que imparte justicia, la administración marroquí, es una administración ocupante. La situación actual en las zonas ocupadas sigue siendo muy grave, continúan las torturas, el acoso a la población saharaui, las desapariciones y los juicios arbitrarios. Actualmente continúan en prisión decenas de presos políticos saharauis. Hay una página donde se puede pedir su liberación:

http://www.libertadpresospoliticossaharauis.com/

Sultana Jaya, activista de derechos humanos, estudiante en la universidad de Marrakech recordó en su intervención que desde mayo de 2005 el pueblo saharaui se encuentra inmerso en una Intifada pacífica por la independencia. Las fuerzas de seguridad marroquíes y los servicios secretos tratan de apagar la resistencia pacífica saharaui, perseguir a los activistas de derechos humanos y neutralizar su trabajo , para sofocar el derecho del pueblo saharaui a la autodeterminación. La resistencia se extiende desde el sur de Marruecos, hasta el sur del Sahara Occidental y se ha extendido a las universidades marroquíes donde estudian los universitarios saharauis. Posteriormente Sultana ofreció un escalofriante testimonio sobre cómo perdió un ojo a manos de la policía marroquí que reprimió brutalmente en mayo de 2007 una manifestación pacífica en la Universidad de Marrakech.

Tras perder el ojo por el porrazo de un policía Sultana inició un penoso peregrinaje entre hospitales, comisarías y la cárcel, siendo vejada, torturada y golpeada, sin recibir la atención médica necesaria y privada de contacto para avisar a su familia. La intervención de los activistas saharauis de derechos humanos, logró que se le prestara atención médica aunque no pudo salvarse su ojo. A pesar de todo Sultana llegó a ser condenada a ocho meses de cárcel. El pasado año logró venir a España donde ha sido operada de múltiples fracturas en los huesos de la cara. El suyo es un testimonio vivo de la brutalidad marroquí y la lucha pacífica de los estudiantes saharauis obligados a estudiar en las universidades marroquíes.

Las Jornadas de derechos humanos fueron clausuradas por el delegado saharaui en Aragón Cheibani Abbas que agradeció a Um Draiga la celebración de las jornadas y celebró la presencia de importantes ponentes en materia de derechos humanos apelando a todos a estar al lado del derecho del pueblo saharaui a la autodeterminación.

Durante las jornadas también se presentó el Observatorio Aragonés por el Sahara Occidental, cuyo presidente es el periodista Ricardo Vázquez Prada. El Observatorio nace con la vocación de generar debate en ámbitos periodísticos y de la sociedad civil de Aragón.

En la tarde del sábado se realizó una concentración en la plaza del Pilar a favor de la libertad del pueblo saharaui, en la que hubo una importante presencia de la comunidad saharaui en Aragón, que también participó muy activamente en las jornadas.

El día anterior las jornadas de derechos humanos ocuparon espacio en los medios aragoneses. El periodista Toni Ruiz del programa "Cada día mas" entrevisto a Sultana de Aragón Radio --Corporación Aragonesa de Radio y Televisión.

También en la mañana del viernes los parlamentarios aragoneses recibieron en el palacio de la Aljaferia sede de las Cortes de aragón a Sultana Jaya y a los participantes en las jornadas de derechos humanos.

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mayo 26, 2008

 

Conferencia en Baleares sobre las violaciones de los derechos humanos y resistencia civil en el Sahara ocupado

Fuente y fotos: Associació d’Amics del Poble Sahrauí de les Illes Balears

El pasado 20 de mayo, tuvo lugar en la sede del Colegio de Abogados de las Islas Baleares la mesa redonda Sáhara ocupado: violaciones de los derechos humanos y resistencia civil, organizada por nuestra Asociación.

Este acto se enmarca en la campaña del 2008 como año internacional para la defensa de los derechos humanos en el Sáhara Occidental. Nuestro objetivo era dar a conocer la extremadamente grave situación en que se encuentran los derechos humanos en la antigua colonia española, a través de los testimonios de quienes la padecen en primera persona.

Por ello nos sentimos profundamente agradecidos al haber podido compartir unas horas con Hmad Hammad y Sultana Jaya, dos activistas que pertenecen a diferentes generaciones de la resistencia civil saharaui y que comparten, sin embargo, no sólo su firme convicción de perseverar en su lucha pacífica, sino también una honda humanidad que difícilmente podremos olvidar.

Hammad, con su larga trayectoria como activista y defensor de los derechos humanos, torturado, desaparecido y encarcelado en múltiples ocasiones, no duda en afirmar que volverá a los territorios, convencido de que es su lugar natural y donde puede ser útil a su oprimido pueblo. Hammad relata las diferentes torturas a las que ha sido sometido, a lo largo de los años, por el régimen marroquí ocupante, pero por muy sangrantes que sean, parece que lo que más le hiere es la actitud de los gobernantes españoles, lo que él llama una “segunda traición”. Hammad es muy contundente cuando habla de la complicidad de Francia, de la actitud insultante de los miembros de la MINURSO presentes en el territorio, pero lo es sobre todo cuando se refiere al Estado español: ¿qué le hemos hecho, los saharauis, al gobierno de España? Nosotros nos preguntamos lo mismo.

Sultana, esta joven estudiante que ha sufrido una brutal agresión y un trato absolutamente degradante por parte de las fuerzas represivas, afirma con una conmovedora humildad que su sufrimiento no es diferente al del resto de sus compatriotas. Y se muestra igualmente decidida a retomar sus estudios en la universidad de Marrakech en cuanto se haya restablecido del todo.

Después de esto, qué podemos nosotros añadir? Sólo una cosa, como dijo una de nuestras compañeras en el debate que siguió a la conferencia: el movimiento solidario dará su apoyo incondicional al pueblo saharaui hasta el final. Nosotros, sí.

Para terminar, agradecemos la presencia del Sr. Jordi Baltà, miembro de Amnistía Internacional, responsable de este organismo para el Norte de África. Por extensión, agradecemos el trabajo impecable y absolutamente imprescindible de Amnistía Internacional. Agradecemos, también, la presencia del Sr. Bernat Vicens, de Derechos Humanos de Mallorca, y la del Sr. Francesc Riera, presidente de la Comisión de Derechos Humanos del Colegio de Abogados de las Baleares, que nuevamente nos ha acogido.

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mayo 22, 2008

 

Sultana Jaya y Hmad Hamad participan en Baleares en unas conferencias sobre derechos humanos en el Sahara

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marzo 09, 2008

 

Las mujeres saharauis conmemoran en Madrid el Día Internacional de la Mujer

En vísperas de la conmemoración del Día Internacional de la Mujer, el Departamento de Derechos Humanos de la Unión Nacional de Mujeres Saharauis organizó una gran actividad en el Círculo de Bellas Artes de Madrid presidido por la Defensora Saharaui Derechos Humanos, Sultana Jaya, la actriz española, Pilar Bardem y la Representante Saharaui, Zahra Ramdán.

El acto de solidaridad con las mujeres saharauis dio la oportunidad de escuchar el testimonio vivo de una luchadora saharaui por los derechos humanos en las zonas ocupadas del Sáhara Occidental, la estudiante y activista Sultana Jaya, quien expresó a l@s asistentes su solidaridad con el pueblos saharaui y la imperiosa necesidad de romper el bloqueo informativo sobre las flagrantes violaciones de derechos humanos en las ciudades ocupadas del Sahara Occidental perpetradas por las autoridades de ocupación marroquíes.

Este importante evento se completó con la inauguración de una exposición fotográfica sobre las mujeres saharauis y la proyección del documental "Tebráa" que versa sobre el importante papel que juegan las mujeres saharauis en la lucha de su pueblo.

Al final del importante acto la actriz Pilar Bardem leyó el comunicado de las mujeres saharauis con motivo del Día Internacional de la Mujer.

Esa misma tarde el músico y poeta Angel Petisme presentaba su nuevo poemario “Demolición del Arco Iris”, en el que dedica un poema al pueblo saharaui “No quedan espejismos en el Sahara”. Sultana Jaya, Zahra Ramdan y los poetas saharauis se acercaron a saludar al poeta y a agradecerle su apoyo incondicional a la causa saharaui.

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octubre 29, 2007

 

Una mirada para Sultana

*Nota de Poemario por un Sahara Libre: Se trata de estudiantes saharauis, cuyas familias viven en su mayoría en el Sahara ocupado. Como en el Sahara ocupado no hay universidades, se ven obligados a estudiar en universidades marroquíes. Estos estudiantes fueron brutalmente apaleados y detenidos en manifestaciones y sentadas pacíficas en universidades de Marrakesh, Rabat y Agadir el pasado mes de mayo; entre ellos había varias mujeres como es el caso de Sultana. Varios fueron también sentenciados a penas de cárcel, incluida Sultana Jaya.

Recordamos que ni el Instituto Cervantes ni el gobierno de España da ayudas para el estudio del español a los estudiantes saharauis ni de las zonas ocupadas ni de los campamentos de refugiados.

EL PERIODICO 29/10/2007

VIOLACIÓN DE LOS DERECHOS HUMANOS EN MARRUECOS

Una mirada para Sultana

• Una estudiante saharaui se recupera en Barcelona de la paliza que le propinaron varios policías marroquís

• Uno de los golpes hizo que el globo ocular le estallara

ANTONIO BAQUERO

Dos operaciones y el paso por una clínica oftalmológica en Barcelona están a punto de permitirle llenar el vacío en su ojo derecho. Envuelta en una melfa rosa y con un aparatoso parche en la mitad derecha de su rostro, Sultana Jaya, una estudiante saharaui de 27 años, intenta recuperarse de la brutal paliza que la policía marroquí le propinó el pasado 9 de mayo.

Aquel día, medio millar de estudiantes saharauis de la Universidad de Marraquech se congregaron en apoyo de unos compañeros de la Universidad de Agadir agredidos por la policía. "Éramos 500 y aparecieron al menos 700 policías. Para mostrar nuestra actitud pacífica nos sentamos en el suelo. Pero ellos lanzaron botes lacrimógenos y se abalanzaron sobre nosotros como fieras", recuerda la joven, nacida en Bujador.

"¡Dale en el otro ojo!"

Cegada por los gases y el caos generado por la carga policial, Sultana se vio de pronto rodeada por dos agentes que empezaron a golpearla en la cabeza y en todo el cuerpo con sus porras. Uno de los golpes le alcanzó de lleno en el ojo, haciéndolo estallar como un globo de agua. La masa del globo ocular cayó al suelo. Pese a sus gritos, los golpes no cesaron. "Dale en el otro ojo", gritó el policía al agente que le había reventado el ojo derecho.

"Aini maxaat (Mi ojo se fue)", dice con estoicismo Sultana, que explica como, pese a su estado, los agentes la siguieron golpeando. Después, junto a otras dos chicas saharauis, la metieron en una ambulancia y las llevaron a una comisaría junto a la Yamá al Fná, la mítica plaza de Marraquech. "Desde el calabozo escuchábamos la música de los saltimbanquis", cuenta.

En la comisaría había otra treintena de saharauis. De allí la llevaron a un hospital donde, de nuevo, los agentes que la conducían la agredieron. "Me pegaron varias patadas y vomité. Entonces me tiraron al suelo y me gritaron que me comiera el vómito", relata, aunque asegura que no se lo hicieron comer. "Era solo para asustarme aún más", dice.

Una chica marroquí que tenía un familiar en el hospital la vio, se apiadó de ella y se ofreció a contactar a algún conocido para decirle cuál era su paradero. "Pero la policía la detuvo, encontró el teléfono que yo le había dado y le prohibieron entrar en el hospital", señala.

Al final, sus camaradas saharauis dieron con ella. Tras lograr que se la sometiera a una operación digna --"la policía había ordenado al médico que se limitara a coserme el párpado", explica-- regresó a casa. Acusada de manifestación con violencia y de espionaje a favor del Frente Polisario, fue juzgada y condenada primero a ocho meses de cárcel que, tras apelar, quedaron en tres.

Una oenegé sueca

Sin embargo, no tuvo que pasar por la prisión. Una oenegé sueca se enteró de su caso y la sacó de Marruecos. Tras pasar por Suecia, viajó a Barcelona, donde ha sido atendida en el Instituto de Microcirugía Ocular. Allí, le extrajeron los restos de ojo que quedaron en la cuenca y le han puesto una prótesis. Ahora espera una nueva fase en que se va a embellecer esa prótesis para que quede como el ojo izquierdo.

"El médico me ha dicho que todo va bien. Yo ahora solo pienso en curarme. Después regresaré a Marruecos a terminar mis estudios", se confía Sultana.

Ella es una de los cientos de estudiantes saharauis que, desde mayo del 2005, mantienen una revuelta de baja intensidad pero permanente contra la ocupación marroquí del Sáhara.

Desde hace más de dos años, las universidades de Agadir, Marraquech o Rabat han sido escenario de forma cíclica de manifestaciones independentistas donde estos jóvenes saharauis, nacidos y criados bajo la ocupación marroquí, gritaban eslóganes a favor del Polisario y de la independencia del Sáhara. Aunque su revuelta no ha logrado llamar la atención de la comunidad internacional, son un quebradero de cabeza para las autoridades marroquís que ven resquebrajarse el muro de temor que durante dos décadas había mantenido acobardada a la población saharaui que se había quedado en el territorio.

Es una revuelta que tiene secuelas en la vida universitaria. "Muchos estudiantes han sido expulsados y algunos han sido suspendidos injustamente", dice Sultana. Reconoce que la relación con los estudiantes marroquís es tensa. "No obstante, algunos nos apoyan y otros, aunque no nos apoyen, creen que las palizas y las detenciones son injustas".

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octubre 21, 2007

 

Sultana Jaya: "La policía marroquí piensa que hay que matar a todos los saharauis"

Si existe el infierno, se llama Sáhara Occidental. En la tierra del terror viven los saharauis de las zonas ocupadas, algo que se hace extensible a cualquier compatriota residente en Marruecos que intente expresar el legítimo derecho de su pueblo a la autodeterminación.

Casi un centenar de personas asistieron ayer noche a un relato espeluznante de Sultana Jaya, la joven estudiante saharaui que perdió un ojo a manos de la policía marroquí por manifestarse pacíficamente a favor del derecho a la autodeterminación del Sáhara Occidental.

El acto comenzó pasadas las ocho de la tarde en la Biblioteca Central de Santa Coloma de Gramenet. Bajo el título ‘Els drets humans al Sàhara Occidental’, y dentro del programa de la 10a SETMANA DE LA SOLIDARITAT de este municipio, la ACAPS (Associació Catalana d’Amics del Poble Sahrauí) de Santa Coloma había organizado una mesa redonda con pastas y te saharaui. Pero aunque el refrigerio final se mantuvo, el frágil estado de salud de Sultana Jaya debido a las torturas padecidas, aconsejó reconvertir la actividad en una charla -sin debate- de la joven estudiante, quien fue presentada por Chelo Sánchez, presidenta de la asociación organizadora, y traducida al castellano por Mah Yahdih, Delegado adjunto de la Delegación Saharaui en Catalunya. También estuvo presente el Delegado, Emboirik Ahmed.

En la mayor parte del discurso, Sultana Jaya se dedicó a explicar la historia de su detención, una suma interminable de horrores que se prolongaron durante 16 horas. La pérdida de su ojo derecho tuvo lugar a raíz de una manifestación realizada el 9 de mayo (el día 10 se conmemora la fundación del Frente Polisario). Esa fecha, Sultana se encontraba con otros estudiantes saharauis reclamando pacíficamente el derecho de autodeterminación, cuando apareció la policía marroquí cargando brutalmente contra ellos y deteniendo a una treintena de personas. Fruto de la paliza policial en medio de la calle, Sultana Jaya perdió un ojo, y mientras sangraba e intentaba recuperarlo oyó como el jefe de la policía mandaba que le pegasen más para romperle también el otro. Fue en este momento de la explicación cuando Sultana pronunció las siguientes palabras: 'la policía marroquí piensa que hay que matar a todos los saharauis, quemarnos vivos hasta acabar con todos nosotros'.

A continuación Sultana se extendió en los hechos posteriores a su detención, 16 largas horas pasadas entre furgones policiales, hospitales y comisarías, sin distinción alguna, pues los malos tratos, torturas y vejaciones no dejaron de producirse en ningún momento. El estado de Sultana Jaya recomendaba que en un máximo de 4 o 5 horas fuese operada, cosa que se le negó durante 16 horas hasta que pudo conseguirlo gracias a la insistencia de algunos compañeros. Pero el perjuicio era ya irreparable para reducir los daños padecidos en su ojo.

Durante todo este tiempo, Sultana sumó al maltrato policial la desatención de médicos y enfermeras. Y mientras la policía marroquí les pedía a todos los saharauis detenidos que gritasen ¡Viva el Rey! para que así dejaran de torturarles (Sultana y la mayoría no accedieron), los médicos la presionaban para que firmase que no necesitaba ninguna operación quirúrgica; médicos que a su vez eran presionados por la policía para que firmaran un informe en el que no salieran reflejadas las fracturas sufridas por Sultana. Durante todas estas horas, Sultana Jaya fue simultáneamente testigo de maltratos y torturas recibidas por otros compañeros en furgones policiales y centros de detención.

La joven estudiante fue condenada a 8 meses de prisión en un primer juicio sin garantías, celebrado el 25 de mayo, junto a ocho compañeros más condenados a un año de cárcel cada uno. Sultana explicó que en este juicio se negó el acceso a los familiares, por lo que los abogados abandonaron la sala en señal de protesta. Gracias al trabajo de los colectivos defensores de los Derechos Humanos, ganaron el recurso para que se volviera a celebrar un nuevo juicio semanas después, en el que ella y los ocho estudiantes restantes fueron condenados a 4 meses de prisión. El juicio contó con un juez italiano en calidad de observador.

Sultana Jaya, que pidió disculpas en varias ocasiones por su estado de cansancio, se vislumbró en todo momento como una joven serena y valiente al exponer con humildad y orgullo como en los juicios ella y los otros jóvenes manifestaron abiertamente que su único delito era pedir el derecho de autodeterminación del Pueblo Saharaui. Afirmó que desde el comienzo de la Intifada pacífica, el día 21 de mayo de 2007, la represión -que ya dura 32 años- se ha recrudecido enormemente: ‘Marruecos intenta neutralizar a los jóvenes de cualquier manera, deteniéndolos o expulsándolos del Sáhara a través de pateras, pero esto no hace nada más que aumentar la firme voluntad de libertad de los saharauis’. Sultana acabó apelando a la solidaridad internacional para frenar la vulneración de los DD HH y conseguir la liberación de todos los presos políticos.

El público asistente ovacionó con fuerza a Sultana Jaya en más de una ocasión, y también lo repitió con las dos únicas intervenciones que se hicieron desde la sala (no por falta de ganas, sino por respeto al estado de salud de Sultana). En la primera intervención, una regidora del ayuntamiento dio testimonio de la represión de las fuerzas de ocupación marroquíes. Dos años atrás, en una visita oficial de observadores al Sáhara ocupado en la que ella participaba, constató como a diario se detenían niños, jóvenes y mujeres sin cometer ningún delito, sólo por el hecho de ser saharauis o reunirse a hablar en una plaza, y ante la pasividad de la MINURSO. En segundo lugar, habló el presidente de la asociación de saharauis residentes en Catalunya, quien consideró inadmisible y contrario a toda dignidad humana que se tolere esta situación y que el Gobierno español esté del lado de Marruecos. Por eso pidió compromisos claros con la legalidad internacional y el ejercicio del derecho a la autodeterminación, ‘al que nunca renunciaremos los saharauis’, dijo, haciendo por último un llamamiento a los militantes socialistas para que presionen a sus dirigentes y logren rectificar la posición actual del Gobierno.

Chelo Sánchez concluyó la charla para dar paso al te, no sin antes animar a todos y todas a viajar a Madrid para participar en la manifestación del 10 de noviembre.

Crónica: Sahara Resiste

Fotos: ACAPS y Sahara Resiste

Entrevista a Sultana Jaya en RASD-TV

SULTANA KHAYA, una estudiante saharaui de la universidad de Marrakech, fue salvajemente golpeada cuando se manifestaba en solidaridad con otros estudiantes represaliados en la universidad IBNO ZOHR de Agadir. Fueron las patadas de los policías, una vez en el suelo, las que reventaron su ojo derecho y dañaron el izquierdo. Esposada dentro de una ambulancia fue conducida entre insultos y golpes al hospital IBNO TOUFAIL. Los sanitarios de la ambulancia gritaban: "Matad a estos Polisarios". Después de algunas horas sin atención, empieza a vomitar sangre. Es trasladada al hospital Elmamounia entre nuevos golpes e insultos. El médico que la visita le dice que su ojo ha estallado y que debe ser conducida al hospital Alantaki. Ya en el Alantaki, la dejan en una habitación con otras mujeres, sin atención médica. Horas más tarde llegan otros policías, que la llevan a otra habitación arrastrándola de los cabellos, y le dan documentos a firmar que ella no puede leer. De nuevo empieza a vomitar sangre. A las once de la mañana del día siguiente una enfermera le dice que debe pagar el hilo quirúrgico si quiere que la operen. Un policía le pide el número de teléfono de su casa para que algún familiar venga a pagar. Ella le da el de unos amigos que avisan a los familiares. Cuando estos llegan, le atienden la herida.

Ahora Sultana está en Barcelona, para reconstruir esta zona de la cara, mal atendida en Marruecos. Ha podido venir gracias a la solidaridad internacional. Son varias las operaciones que precisa para limpiar la zona, insertarle una prótesis y concluir con cirugía estética.

Esta entrevista está grabada después de la primera operación. Por ello, Sultana no puede estar sentada ni de pie. Agradecemos el esfuerzo que ha hecho para explicarnos lo sucedido. Aunque este es el resumen de lo que explica. Subtitularemos el clip en castellano en cuanto nos sea posible.

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octubre 06, 2007

 

La policía marroquí nos quiere reventar los ojos a los saharauis (Sultana Jaya, activista saharaui)

Así de contundente empezaba su charla SULTANA JAYA, en Girona

Sultana, es una chica saharaui, de Bojador (Sahara Occidental, ocupado por Marruecos) que hacía unos minutos había encontrado junto a 2 amigas saharauis, cuando se dirigían al Centro Cívico de Girona, en el que hablaría de su Sáhara Occidental. Evidentemente, ella no se me presentó como tal y fui con ella, hablando tranquilamente, hasta que llegamos al Centre Cívic La Mercè. Allí la esperaban las cámaras de TV3 (los amigos Walter y Ricard) delante de las cuales, habló con la misma naturalidad con la que lo había hecho conmigo. Después entramos, junto con CRISTINA NAVARRO, nuestra amiga y abogada defensora de los activistas saharauis.

CRISTINA, empezó la charla explicándonos las irregularidades que padecen los saharauis de los Territorios Ocupados por Marruecos, ya que son detenidos por manifestarse pacíficamente, por el solo hecho de llevar un darrah o una melfa o por hablar hassania. Un saharaui puede ser detenido por el solo hecho de serlo, así como padecer todo tipo de vejaciones, violaciones, palizas, todo esto con el consentimiento de España (potencia ad ministradora del Sáhara Occidental) de la Unión Europea y de la ONU.

También nos explicó las irregularidades que padecen los/las saharauis en los juicios, donde se presentan con la ropa llena de su propia sangre y donde pueden mostrar sus heridas a los observadores internacionales, producidas en los "interrogatorios" (esta es la impunidad de los marroquíes). Impunidad que continua en los juicios donde se tratan como a delincuentes comunes a ciudadanos, que según la legislación internacional, no pueden ser juzgados por las leyes marroquíes y que son juzgados como delincuentes comunes cuando lo que se pretende es aniquilar a todo un pueblo.

Cristina también denunció la aceptación de informes judiciales FALSOS, como únicas pruebas, en unos juicios que son una pantomima y que tienen como único objetivo intentar atemorizar a todo un pueblo. Solo así se pueden entender condenas como las que se impuso a ALI SALEM TAMEK, por hechos ocurridos en el Sáhara Occidental, cuando este activista, estaba EN ALEMANIA. El juez, en este caso y en otros, no aceptó las pruebas de la defensa, aun sabiendo la disponibilidad de periodistas, diputados, alcaldes, para ir a declarar si fuera necesario o simplemente leyendo y aceptado la prensa alemana, país donde estaban los activistas saharauis en España, esta actitud de los jueces tiene una denominación que me abstengo publicar.

Pero lo más grave, es que estos hechos son denunciados por las ONGs de Derechos Humanos, como AMNISTÍA INTERNACIONAL y otras y ni la potencia administradora (España) ni la gran avaladora de Marruecos (Francia) ni la U.E. o la ONU, hacen nada por evitarlo … lo únicos que se les ocurre, es elogiar un proceso democratizador en Marruecos, que todo el mundo sabe, está supeditado a la voluntad del rey y sus "pucherazos".

SULTANA JAYA, empezó por explicar la situación de su pueblo, que padece la peor de las administraciones coloniales. Nos habló de la existencia de más de 500 saharauis "desaparecidos" y de cómo los jóvenes saharauis son obligados a "emigrar" bajo amenaza de muerte y coaccionados por las repercusiones que podrían tener sobre sus familias (violaciones de hijos, hijas, madres o hermanas, destrucciones físicas de casas y objetos, … ). Nos explicó que en los últimos meses conocía directamente 14 casos en los que la policía colonial marroquí, había actuado así, coaccionando a jóvenes conocidos y como las asociaciones de defensa de los derechos humanos, tenían más de 400 casos registrados.

También nos explicó que en la ciudad de SMARA, la POLICIA COLONIAL MARROQUÍ TIENE LA ORDEN DE REVENTAR LOS OJOS DE LOS SAHARAUIS, de forma indiscriminada, atacando tanto a niños y niñas de 10 años o menos, como a jóvenes y adultos saharauis, asestándoles golpes en los ojos, en muchos casos con éxito, para los policías. Esta es una práctica que se va extendiendo a todo el Sahara Occidental y a los jóvenes estudiantes que se encuentran en Marruecos y a ella misma, le reventaron un ojo y casi el otro (le rompieron el ojo de la ceja). ¿Esta es la democracia y el respeto a los derechos humanos de los marroquíes, de la que nos hablan los gobiernos de España o Francia?

Nos habló con toda crudeza, de cómo fue agredida, junto a 2 amigas, por un grupo de policías coloniales marroquíes. El motivo: ser sospechosa de participar en una manifestación pacífica, junto a un grupo de compañeros, estudiantes saharauis, en la que reclamaban el derecho a la autodeterminación de su pais, el Sáhara Occidental.

Nos explicó, que aún teniendo el hueso de la ceja roto, el ojo reventado y la mandíbula también rota, no fue llevada a un hospital, al contrario, en el mismo vehículo que las recogió, fueron torturadas y vejadas por los policías marroquíes y como en comisaría, otra vez, fueron también víctimas de vejaciones, violaciones y torturas.

Aun cuando los compañeros y compañeras de Sultana, consiguieron que fuera trasladada a un hospital, aquí fue cerrada en una habitación, con un solo colchón en un rincón, en donde cuando entraba alguien era para apalizarla y obligada a beber su propia sangre, después de haberla vomitado, a causa de los golpes.

Creo que puedo ahorrarme los detalles de los procesos judiciales, de cómo Sultana, sus compañeros y compañeras, junto a otros activistas de los derechos humanos saharauis, padecieron procesos judiciales completamente irregulares, aun teniendo en cuenta las leyes marroquíes. Me puedo ahorrar explicar como fueron apaleados para obligarlos a firmar unos informes irregulares y como los jueces no les permitieron explicar estos hechos.

De cómo los militares marroquíes, no querían permitir que curasen las heridas de Sultana. Opinaban que era mejor dejar su ojo y sus heridas sin curar para que todo el mundo pudiera ver, qué pasaba por expresarse libremente … en fin, os lo podéis imaginar … sólo la acción valiente de otros saharauis y de algún profesional, que ponía en riesgo su posición, lo pudieron evitar.

No quiero acabar sin dar las gracias a ACAPS GIRONA, por trabajar como lo hacen, por organizar actos como este. Gracias, en particular a Lluïsa, a Txell, a Ferran y a Antoni y a todos aquellos y aquellas que han participado y contribuido a que los actos, del 10º Aniversario del Hermanamiento entre GIRONA y FARSIA, hayan sido un GRAN ÉXITO.

Fuente: ACAPS GIRONA, Un troçet del meu Sàhara y TRAB EL BIDAN el Sàhara i la llibertat dels sahrauís (Toni Guirao)

Actividades X aniversario hermanamiento Girona-Farsia:

http://kneita.blogspot.com/2007/10/connexi-amb-els-territoris-ocupats.html

http://kneita.blogspot.com/2007/09/setmana-10-anys-dagermanament-6.html

http://kneita.blogspot.com/2007/09/sultana-haya-girona.html

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septiembre 09, 2007

 

Visita de la joven saharaui Sultana Jaya a Suecia

Sultana Jaya, joven estudiante que perdió un ojo durante una manifestación de los estudiantes saharauis en Marrakech, se encuentra de visita en Suecia. Sultana fue brutalmente agredida por la policía marroquí el pasado 9 de mayo, junto a sus compañeros, estudiantes saharauis de la universidad de Marrakech, cuando se manifestaban pacíficamente, realizando una sentada, en solidaridad con los estudiantes saharauis de la universidad de Agadir, que días antes habían sido apaleados por la policía marroquí cuando reclamaban el derecho de autodeterminación del pueblo saharaui.

Uno de los tantos golpes que Sultana recibió en todo su cuerpo le ocasionó la perdida total del ojo derecho y fracturas en la masa ósea de la cavidad ocular. Su testimonio recoge las atrocidades que la policía marroquí cometió contra ella y otros jóvenes saharauis.

Tras su llegada a Estocolmo, capital de Suecia, en el marco de una gira de sensibilización e información sobre la situación de los derechos humanos que sufre la población saharaui en las ciudades bajo ocupación marroquí, mantuvo una entrevista con el periodista Flamman Seluah Alsaati, en la que hizo una evaluación de su experiencia en la Intifada en las ciudades ocupadas, así como en la universidad de Marrakech, donde cursaba sus estudios. Sus palabras son el testimonio vivo del maltrato y la tortura a la que han sido sometidos los estudiantes saharauis a manos de los agentes de policía marroquí.

Sultana Jaya fue recibida el día 5 de septiembre por la responsable de Oriente Medio y Norte de África del Ministerio de Asuntos Exteriores, Ulla Eriksson-Moberg y por la Camilla Navestad, experta en Derecho Internacional.

Al día siguiente fue recibida por los parlamentarios suecos, Hillevi Larsson, Magdalena Streijffert, ambas del partido socialista, Bodil Ceballos (Los Verdes) y por el responsable de Relaciones Internacionales del Partido de Izquierda en el Parlamento, el Hans Arvidsson.

Posteriormente, en la sede de la ONG Kristna Freds, se ha celebrado una conferencia sobre la situación de los Derechos Humanos en el Sáhara Occidental y la represión que sufren los estudiantes saharauis en las Universidades Marroquíes.

En la conferencia,Sultana Jaya ha dado su testimonio sobre el sufrimiento que padece la población saharaui y los estudiantes en particular, citando su experiencia personal y lanzando un llamamiento a los defensores de derechos humanos para que ejerzan presión contra el gobierno marroquí con el objetivo de que cesen en la persecución, las torturas, los juicios sumarios, el bloqueo del territorio ante los medios de prensa y ante los observadores internacionales, así como para que condenen el plan sistemático llevado a cabo por la administración colonial marroquí para expulsar bajo presión, a los jóvenes de los Territorios Ocupados.

Esa misma tarde, Sultana Jaya intervino en otra conferencia, "La cuestión del Sáhara Occidental. Controversia y esperanza de solución", organizada en la sede de la institución ABF en Sveavägen, con una participación multitudinaria. En su intervención describió la situación reinante en los territorios ocupados y condenó la agresión perpetrada contra la población saharaui indefensa que reclama únicamente su derecho inalienable a la autodeterminación e independencia.

El día 8 de septiembre, Sultana Jaya y Karin Karlesten, responsable de Relaciones Internacionales del Partido de Centro sueco, mantuvieron una reunión en la que evaluaron la situación de los derechos humanos en las ciudades saharauis ocupadas por Marruecos.

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mayo 11, 2007

 

Brutalidad contra las mujeres saharauis, joven estudiante pierde un ojo a manos de un oficial marroquí

SALTANA KHAYA

Nacida en Bojador en 1980.

Aluma de francés del Centro Americano de Marrakech.

Herida de gravedad con pérdida del ojo en una manifestación en la residencia universitaria el miércoles 9 de mayo de 2007 EN Marrakech.

Los destacamentos que realizaron la intervención estaban dirigidos por el comisario de policía Abdelhak y el comisario de divisón alias Burghia.

Los manifestantes fueron reprimidos con agua a presión y bombas lacrimógenas. Saltana estaba en primera fila y fue alcanzada por una granada lacrimógena, se mareó y uno de los policías le metió el mango de la porra en el ojo y se lo sacó.

Saltana cayó al suelo, sangrando abundantemente, mientras los policías gritaban “te vamos a matar, te vamos a quemar viva” y la arrastraban por el suelo.

Como resultado de esta brutalidad Saltana ha perdido el ojo.

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