junio 23, 2008

 

Amnistía Internacional: Liberan a defensor saharahui pero no disminuyen los obstáculos que enfrentan los grupos de derechos humanos

AMNISTÍA INTERNACIONAL. DECLARACIÓN PÚBLICA

Índice AI: MDE 29/009/2008 (Público)

Fecha: 17 de junio de 2008

Marruecos/Sáhara Occidental: Liberan a defensor saharahui pero no disminuyen los obstáculos que enfrentan los grupos de derechos humanos

Amnistía Internacional acoge con satisfacción la noticia de que, tras dos años en prisión, el destacado defensor de los derechos humanos saharahui Brahim Sabbar ha recuperado su libertad y sigue resuelto a continuar con su labor en favor de los derechos humanos. No obstante, la organización lamenta que se haya desplegado un fuerte contingente de seguridad en torno a las zonas en las que circula Brahim Sabbar, impidiéndole recibir visitas de activistas y amistades.

Testigos presenciales han dicho a Amnistía Internacional que una furgoneta policial está bloqueando la entrada al lugar donde descansa Brahim Sabbar y que, incluso, la policía ha abofeteado a no menos de dos personas que solicitaban que se les permitiera visitarlo, diciendo que tenía órdenes de no autorizar la entrada de ninguna persona.

Brahim Sabbar, secretario general de la Asociación Saharaui de Víctimas de Violaciones Graves de Derechos Humanos Cometidas por el Estado Marroquí (Association Sahraouie des Victimes des Violations Graves commises par l’Etat Marocain, ASVDH), quedó en libertad tras cumplir dos penas de prisión impuestas tras juicios carentes de garantías en causas que Amnistía Internacional considera políticamente motivadas. La organización cree que es probable que su encarcelamiento se haya debido a su ejercicio pacífico del derecho a la libertad de expresión y asociación, y ha hecho campaña en su favor.

La prisión de Brahim Sabbar tipifica los obstáculos que siguen enfrentando los miembros de los grupos de derechos humanos saharahuis debido a su trabajo de documentación de abusos contra los derechos humanos cometidos en el presente y en el pasado y su defensa del derecho a la autodeterminación del pueblo del Sáhara Occidental. Brahim Sabbar fue condenado, entre otros cargos, por “pertenecer a una organización no autorizada”, concretamente la ASVDH, que monitorea y documenta las actuales denuncias sobre violaciones de derechos humanos atribuidas a las autoridades marroquíes y exige justicia para los saharahuis que han sido víctimas de desaparición forzada durante anteriores decenios. El propio Brahim Sabbar fue objeto de desaparición forzada entre 1981 y 1991.

La labor de los grupos de derechos humanos saharahuis se ve gravemente obstaculizada al no poder inscribirse en el registro oficial de organizaciones debido a la existencia de barreras de motivación política. Las autoridades locales de El Aaiún se han negado reiteradamente a acusar recibo de la documentación presentada por la ASVDH para su inscripción. El 21 de septiembre de 2006, un tribunal administrativo resolvió que la negativa a extender un recibo para la ASVDH constituía un abuso de poder.

Otra red de defensa de los derechos humanos, el Colectivo de Defensores de los Derechos Humanos Saharahuis (CODESA), se vio imposibilitada de celebrar su congreso fundacional, previsto para el 7 de octubre de 2007, porque las autoridades locales se negaron a acusar recibo de su solicitud de autorización para la organización de una reunión pública. Cuando Amnistía Internacional planteó esta cuestión, las autoridades de El Aaiún sostuvieron que el CODESA había afirmado claramente que era una organización “separatista” en lo relativo a las opiniones de sus miembros sobre el derecho a la autodeterminación.

Amnistía Internacional ve con preocupación que los defensores y defensoras de los derechos humanos saharahuis siguen siendo objeto de una campaña concertada de represión a manos de las autoridades marroquíes. Desde 2005, más de una docena de miembros de grupos de derechos humanos saharahuis han sido acusados formalmente de actos de violencia tras ser arrestados en el contexto de manifestaciones celebradas para exigir la autodeterminación del pueblo del Sáhara Occidental. La organización también siente preocupación por el hecho de que, según parece, estas personas han sido seleccionadas debido a sus actividades de defensa de los derechos humanos y por haber ejercitado de forma pacífica su derecho a la libertad de expresión, incluido el derecho a abogar pacíficamente por la autodeterminación. Las autoridades marroquíes han declarado que estas personas no han sido encarceladas debido a sus opiniones sino por haber participado en actos delictivos. No obstante, Amnistía Internacional ve con preocupación que a menudo los juicios a los que se las ha sometido no se han ajustado a las normas internacionales de imparcialidad procesal. Por ejemplo, las pruebas se han visto viciadas por denuncias de tortura u otros malos tratos formuladas por los acusados y no examinadas por los tribunales, y con frecuencia se ha impedido que los encausados citen a testigos de descargo o interroguen a testigos de cargo.

Amnistía Internacional exhorta a las autoridades marroquíes a tomar medidas concretas para asegurar que se respeta plenamente el derecho de toda la población saharaui a la libertad de expresión, asociación y reunión y que los defensores y defensoras de los derechos humanos saharahuis, en particular, pueden recoger y difundir información y opiniones sobre cuestiones relativas a los derechos humanos sin temor a sufrir persecución, hostigamiento o intimidación. Estos derechos están consagrados en las normas internacionales, particularmente en el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos, en el que Marruecos es Estado Parte, y en la Declaración sobre el Derecho y el Deber de los Individuos, los Grupos y las Instituciones de Promover y Proteger los Derechos Humanos y las Libertades Fundamentales Universalmente Reconocidos, aprobada por la Asamblea General de la ONU el 9 de diciembre de 1998.

Información complementaria

Brahim Sabbar y su compañero Ahmed Sbai, también miembro de la ASVDH, fueron arrestados el 17 de junio de 2006 en un control de seguridad de la policía situado a la entrada de El Aaiún, en el Sáhara Occidental, cuando regresaban en automóvil de la vecina localidad de Boujdour, donde, según afirman, habían estado supervisando la creación de una sección de su asociación. El 27 de junio de 2006, Brahim Sabbar fue condenado a dos años de cárcel por agredir y desobedecer a un agente de policía, delitos de los que se declaró inocente. Un tribunal de apelación confirmó la pena el 20 de julio de 2006. Amnistía Internacional ve con preocupación que el fallo condenatorio parece haberse basado exclusivamente en las actas de un interrogatorio policial que, según afirma Brahim Sabbar, nunca le permitieron leer para verificar su exactitud, en contravención de la legislación marroquí. Brahim Sabbar niega la acusación y sostiene que la policía le propinó bofetadas y puntapiés durante su aprehensión.

El 6 de marzo de 2007 Brahim Sabbar recibió una pena adicional de un año de cárcel cuando fue condenado junto con Ahmed Sbai, otro miembro de la ASVDH, por cargos de incitar a protestas violentas y pertenecer a una organización no autorizada. El juicio duró menos de una hora. Los acusados protestaron contra los cargos negándose a responder a las preguntas que se les formularon. Sus abogados defensores se habían retirado de la causa como protesta por el hecho de que las autoridades no hubieran investigado las denuncias según las cuales se habían administrado malos tratos a sus clientes cuando se los trasladaba entre la prisión y el edificio del tribunal y durante una protesta celebrada en prisión. El tribunal nombró un nuevo abogado defensor.

El 22 de mayo de 2007, un tribunal de apelación aumentó a 18 meses las penas de un año de prisión impuestas a Brahim Sabbar y Ahmed Sbai en marzo de 2007. Durante la vista de apelación, en la que también se desplegó un fuerte contingente de las fuerzas de seguridad, Brahim Sabbar rompió su silencio para responder a una pregunta formulada por el tribunal, afirmando: “Soy un activista de derechos humanos. He incitado al pueblo saharahui a defender sus derechos pacíficamente”.

Ahmed Sbai quedó en libertad el 17 de diciembre de 2007 al finalizar su condena. Brahim Sabbar cumplió sus dos penas de prisión en forma simultánea.

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abril 28, 2008

 

Amnistia Internacional condena la expulsión por parte de las autoridades marroquíes de 4 observadores franceses de derechos humanos en el Sahara

Marruecos / Sáhara Occidental (25/04/2008)

Deben investigarse las denuncias sobre la tortura de un defensor de los derechos humanos saharaui

Amnistía Internacional ha condenado hoy la expulsión, por parte de las autoridades marroquíes, de una delegación de Acción de los Cristianos para la Abolición de la Tortura (Action des chrétiens pour l’abolition de la torture, ACAT), y ha dicho que se trata de un revés más para quienes defienden los derechos humanos en el Sáhara Occidental. La expulsión coincide con la reciente detención, la presunta tortura y el juicio en curso contra Ennaâma Asfari, defensor de los derechos humanos saharaui. Amnistía Internacional pide a las autoridades marroquíes que abran de inmediato una investigación exhaustiva, independiente e imparcial sobre las denuncias de tortura formuladas por este hombre y que garanticen que se respeta su derecho a un juicio justo.

Cuatro personas de ciudadanía francesa –entre ellas la delegada de ACAT y la esposa de Ennaâma Asfari–, presentes en Marruecos desde el 20 de abril, fueron detenidas ayer por la policía en la ciudad de Tan-Tan, interrogadas en torno al propósito de su visita y a sus contactos, y finalmente conducidas durante la noche al aeropuerto de Agadir. Antes de embarcar en un avión con rumbo a Francia, les dijeron que el gobernador de la provincia había ordenado su devolución porque constituían una amenaza para el orden público.

La delegación asistió como observadora a la última vista del juicio de Ennaâma Asfari, celebrada en Marrakesh el 21 de abril de 2008. A Ennaâma Asfari lo acusan de violencia contra una persona, posesión de arma blanca y conducción bajo los efectos del alcohol, acusaciones que él niega. Actualmente se encuentra detenido en la prisión de Boulemarhez, en Marrakesh, y su próxima vista judicial tendrá lugar el lunes 28 de abril de 2008. Amnistía Internacional teme que los cargos en su contra sean de motivación política y que su detención pueda tener como finalidad impedirle seguir con sus actividades de defensa de los derechos humanos y su activismo en favor del derecho a la libre determinación del pueblo del Sáhara Occidental.

Según la información recibida por Amnistía Internacional, los agentes que detuvieron a Ennaâma Asfari al atardecer del 13 de abril le vendaron los ojos, lo llevaron a un lugar desconocido, lo esposaron, lo ataron a un árbol y lo golpearon repetidamente mientras lo interrogaban sobre su relación con estudiantes saharauis en Marrakesh. Parece ser que después lo llevaron a un hospital, y a continuación a la comisaría el 14 de abril. Ni a su esposa en Francia ni a su familia en Marruecos les notificaron su detención y reclusión, lo cual viola la ley marroquí, que establece que debe comunicarse la detención a la familia de una persona sospechosa en cuanto se decida el lugar en el que dicha persona será puesta bajo custodia de las fuerzas de seguridad.

El 15 de abril, cuando compareció ante el fiscal y posteriormente ante un juez, Ennaâma Asfari denunció el trato recibido tras su detención y mostró las señales de golpes. En aquel momento no contaba con asistencia letrada, y sus denuncias de tortura no fueron investigadas, en contra de lo establecido tanto por la ley marroquí como por la Convención contra la Tortura, en la que Marruecos es Estado Parte.

En la vista judicial del 21 de abril, Ennaâma Asfari se abrió la camisa ante el tribunal y mostró también los pies, donde afirmaba haber sido golpeado. Sus abogados defensores solicitaron un examen médico. Ennaâma Asfari aseguró asimismo que lo habían obligado a firmar el informe sobre su interrogatorio presentado en la vista celebrada el lunes anterior. Pese a ello, el tribunal no ordenó una investigación sobre sus denuncias de tortura y malos tratos, lo cual supone un incumplimiento de las obligaciones contraídas por Marruecos en virtud del derecho internacional de los derechos humanos.

El 22 de abril, cuando sus familiares lo visitaron en prisión por primera vez, Ennaâma Asfari no había sido examinado por ningún médico. Tras la visita, los familiares dijeron a Amnistía Internacional que tenía hematomas bajo los ojos, señales en las muñecas, marcas de quemaduras de cigarrillo en los brazos, raspaduras en los codos, contusiones en la cara interna de los muslos y hematomas e hinchazón en los pies.

Amnistía Internacional siente preocupación por que las denuncias de torturas y malos tratos de sospechosos detenidos por las fuerzas de seguridad marroquíes no parecen investigarse de manera inmediata, exhaustiva e independiente. La organización pide a las autoridades marroquíes que, de conformidad con sus obligaciones internacionales, garanticen que todas esas denuncias se investigan.

Amnistía Internacional insta asimismo a las autoridades marroquíes a garantizar que todas las personas pueden recoger y difundir pacíficamente información y opiniones sobre cuestiones de derechos humanos, incluidas las relativas al Sáhara Occidental. Marruecos reiteró recientemente su compromiso para con los derechos humanos; lo hizo ante el Consejo de Derechos Humanos de la ONU, en Ginebra, durante su proceso de examen periódico universal. Los Estados que encabezaron este proceso, entre ellos Francia, deben hacer rendir cuentas también a las autoridades marroquíes de sus obligaciones en materia de derechos humanos.

Información complementaria

Ennaâma Asfari, copresidente del Comité para el Respeto de las Libertades y de los Derechos Humanos en el Sáhara Occidental, organización con sede en Francia –país en el que él reside–, fue blanco de acoso durante sus visitas anteriores al Sáhara Occidental. Su última detención se produjo en un contexto de acoso judicial contra activistas de los derechos humanos saharauis: más de una decena de estos activistas han sido condenados por conducta violenta en los últimos tres años, a menudo tras juicios injustos. Amnistía Internacional teme que esta práctica pueda tener como objetivo desacreditar el trabajo de los grupos de derechos humanos saharauis, que desempeñan un papel crucial en la vigilancia de las detenciones, el trato bajo custodia y los juicios de personas que se oponen al dominio marroquí del territorio del Sáhara Occidental.

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abril 01, 2008

 

Amnistia Internacional. Un estudiante saharaui podría ser preso de conciencia

AMNISTIA INTERNACIONAL. Marruecos y el Sáhara Occidental (31/03/2008)

Un estudiante saharaui podría ser preso de conciencia

Amnistía Internacional ha expresado su preocupación por la decisión de un tribunal de apelaciones marroquí, adoptada al término de la semana pasada, de mantener una pena de prisión –aunque reducida– contra Said Bellal, estudiante saharaui de 30 años. La organización cree que podría haber sido encarcelado exclusivamente por sus actividades de promoción del derecho a la libre determinación de la población del Sáhara Occidental.

El 27 de marzo de 2008, el Tribunal de Apelaciones de Rabat, capital de Marruecos, redujo de ocho a cuatro meses de cárcel la duración de la pena impuesta anteriormente. Los cargos estaban relacionados con su participación en una sentada de estudiantes saharauis en mayo de 2007. Said Bellal permanece bajo custodia desde que fue detenido el 26 de diciembre de 2007 y ha estado en huelga de hambre desde el 20 de febrero de 2008 hasta ayer para protestar, entre otras cosas, por sus condiciones de reclusión.

Said Bellal pertenece al Comité Saharaui para la Autodeterminación del Pueblo Saharaui y a la Asociación Saharaui de Víctimas de Violaciones Graves de Derechos Humanos Cometidas por el Estado Marroquí, organización no gubernamental que vigila la situación de los derechos humanos en el territorio del Sáhara Occidental. El 17 de enero de 2008 fue declarado culpable por el Tribunal de Primera Instancia de Rabat de los delitos de rebelión de más de dos personas contra representantes de la autoridad pública y de causar daños materiales en bienes públicos, en aplicación de los artículos 300, 302 y 595 del Código Penal de Marruecos. Fue absuelto del delito de actos violentos contra un agente de la autoridad pública.

Los cargos estaban relacionados con una sentada organizada por estudiantes saharauis el 17 de mayo de 2007 a las puertas de un colegio mayor de la Universidad de Rabat para expresar su solidaridad con otros estudiantes saharauis detenidos tras las manifestaciones celebradas en otras universidades del país y para reivindicar la libre determinación del pueblo del Sáhara Occidental, territorio anexado por Marruecos en 1975. La sentada comenzó en horario diurno y estaba previsto que continuara durante toda la noche y que los estudiantes dormirían afuera en el lugar de la protesta.

Según la policía, los estudiantes se negaron a dispersarse cuando se lo ordenaron, e iban armados con piedras y cócteles molotov. Por su parte, los estudiantes sostienen que la sentada fue pacífica y que unos agentes de seguridad vestidos de civil los despertaron a las cuatro de la madrugada del 18 de mayo, los golpearon con porras y los dispersaron violentamente. Nueve estudiantes fueron detenidos, juzgados y condenados en junio de 2007 a penas de hasta ocho meses de cárcel por cargos parecidos a los formulados contra Said Bellal. Desde entonces, todos han quedado en libertad tras cumplir las penas impuestas.

En el primer juicio contra Said Bellal, el Tribunal de Primera Instancia denegó el derecho de la defensa a citar testigos, entre ellos dos estudiantes de los nueve mencionados anteriormente, cuyas declaraciones en el interrogatorio policial se habían utilizado como prueba contra él. Los estudiantes han asegurado que recibieron golpes y patadas y fueron amenazados con la violación durante el interrogatorio, en el cual les preguntaron sobre el papel desempeñado por Said Bellal en la sentada, y que fueron coaccionados para firmar sus declaraciones. El 27 de marzo de 2008, el Tribunal de Apelaciones aceptó oír los testimonios de estos dos estudiantes. Según la información de que dispone Amnistía Internacional, en ningún momento se investigaron las denuncias de tortura y otros malos tratos bajo custodia policial formuladas por los estudiantes, lo cual contraviene las obligaciones de Marruecos en virtud del derecho internacional.

Otras pruebas utilizadas contra Said Bellal fueron la declaración de un transeúnte que, según informes, fue víctima de un ataque la noche del 17 al 18 de mayo cerca de donde tenía lugar la sentada, y el testimonio del director del colegio mayor de la Universidad de Rabat, según el cual se encontraron piedras y botellas rellenas de gas dentro del recinto y los timbres habían sufrido daños. Aunque ambos testigos fueron citados a declarar en el juicio contra los estudiantes celebrado en mayo de 2007, en el juicio de Said Bellal sólo se presentaron sus declaraciones por escrito, por lo que éste no pudo someter sus testimonios a un contrainterrogatorio. En el juicio contra los nueve estudiantes, el transeúnte no había podido identificar a sus agresores y el director del colegio mayor no había podido determinar la identidad de los propietarios de las armas encontradas en el recinto. Los nueve estudiantes y Said Bellal negaron haber llevado armas e insistieron en que la sentada era absolutamente pacífica.

Desde 2005, más de una docena de miembros de grupos saharauis de derechos humanos han sido acusados de conducta violenta tras ser detenidos en el contexto de manifestaciones para reivindicar la libre determinación en el Sáhara Occidental. Amnistía Internacional teme que su persecución se deba, como parece, a sus actividades en favor de los derechos humanos y al ejercicio pacífico de su derecho a la libertad de expresión. Las autoridades marroquíes afirman que estas personas han sido encarceladas por su participación en actos delictivos, no por sus opiniones. Amnistía Internacional ha expresado la preocupación de que sus juicios normalmente no han reunido las garantías de imparcialidad que exigen las normas internacionales. Por ejemplo, las pruebas se han visto contaminadas por denuncias no comprobadas de tortura u otros malos tratos, y casi nunca se ha permitido que los acusados llamen a declarar a testigos de la defensa o examinen a los testigos de la acusación, como en el caso del juicio de Said Bellal.

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octubre 15, 2007

 

AMNISTIA INTERNACIONAL. Posible pena adicional de prisión para dos defensores saharauis de derechos humanos

Amnistía Internacional muestra su preocupación por la posibilidad de que se impongan nuevas penas de prisión a dos defensores saharauis de derechos humanos, que el 8 de octubre de 2007 comparecieron ante un tribunal acusados de “ofender a los jueces”. Los dos hombres cumplen ya penas de cárcel tras haber sido condenados en un juicio previo por “pertenencia a una organización no autorizada” e “incitación a manifestaciones violentas”. Amnistía Internacional considera que podrían ser presos de conciencia, encarcelados por llevar a cabo actividades pacíficas en defensa de los derechos humanos y del derecho del pueblo saharaui a la libre determinación.

El 8 de octubre, Brahim Sabbar y Ahmed Sbai, acusados de “ofender a los jueces” por cantar consignas en defensa de la autodeterminación saharaui en una vista previa, comparecieron muy brevemente ante el tribunal que los juzgaba en El Aaiún. Junto a ellos eran procesados otros tres saharauis: Ahmed Salem Ahmeidat, Mohamed Lehbib Gasmi y El-Hafed Toubali, que actualmente también cumplen condenas de prisión y se enfrentan a los mismos cargos. Se encontraba ausente un sexto acusado, Abdessalam Loumadi, que ha quedado en libertad recientemente tras cumplir íntegramente una condena anterior.

Los cinco acusados fueron expulsados de la sala por orden del presidente del tribunal poco después de que comenzara el juicio, porque siguieron reivindicando la autodeterminación del pueblo saharaui y expresando su apoyo al Frente Polisario, que se opone a la anexión del Sáhara Occidental por parte de Marruecos. Los abogados defensores pidieron que se permitiese a los acusados regresar a la sala, pero su solicitud fue denegada. Adujeron entonces que en tal circunstancia les era imposible presentar los argumentos de la defensa. Por su parte, el ministerio fiscal pidió al juez que aplicase la ley stricto sensu. El juez concluyó la vista e indicó que el tribunal dictaría sentencia el 22 de octubre. Si declara culpables a los procesados, podría imponerles condenas de hasta un año de prisión y multas de hasta 5.000 dirhams (unos 625 dólares estadounidenses).

Según los informes, agentes de policía insultaron y escupieron a los cinco hombres en el vehículo policial tras la expulsión de la sala.

Los informes recibidos indican también que, cuando algunos familiares de los acusados llegaron a las dependencias judiciales para asistir al juicio, se los condujo a una sala equivocada, al parecer deliberadamente, mientras agentes de las fuerzas de seguridad, tanto uniformados como vestidos de civil, ocupaban la sala en la que comparecían los acusados. Sin embargo, estuvieron presentes en el juicio cuatro observadores internacionales.

Información complementaria

Brahim Sabbar y Ahmed Sbai son miembros de la Asociación Saharaui de Víctimas de Violaciones Graves de Derechos Humanos Cometidas por el Estado Marroquí, que observa y documenta casos actuales de violaciones de derechos humanos cometidas por las autoridades marroquíes y reclama justicia para las personas saharauis que han sido víctimas de desaparición forzada en décadas anteriores. El propio Brahim Sabbar fue sometido a desaparición forzada desde 1981 hasta su liberación en 1991. La asociación no ha podido inscribirse en el registro oficial de asociaciones marroquí debido a impedimentos administrativos que les han puesto por motivos políticos.

Brahim Sabbar fue condenado a dos años de prisión el 27 de junio de 2006 por agredir y desobedecer presuntamente a un agente de policía, pero él ha negado los cargos. La condena fue confirmada el 20 de julio de 2006 por un tribunal de apelación. A Amnistía Internacional le preocupa el hecho de que la sentencia condenatoria parece haberse basado exclusivamente en el acta de un interrogatorio policial a Brahim Sabbar, que asegura que no se le permitió leerla ni comprobar su exactitud, lo que supone un quebrantamiento del derecho marroquí. Brahim Sabbar niega las acusaciones y mantiene que los agentes de policía le propinaron patadas y lo abofetearon en el momento de la detención.

El 6 de marzo de 2007, Brahim Sabbar recibió una condena adicional de un año de prisión. Él y Ahmed Sbai habían sido declarados culpables de incitación a manifestaciones violentas y pertenencia a una organización no autorizada. El juicio duró menos de una hora. Los acusados se negaron a responder a las preguntas en protesta por los cargos presentados contra ellos. Los abogados de la defensa se habían retirado previamente del caso para protestar por el hecho de que las autoridades no investigasen los presuntos malos tratos infligidos a los acusados en los traslados entre el tribunal y la prisión y durante una protesta de los reclusos en la cárcel. El tribunal designó a un abogado defensor para sustituirlos. Ese mismo tribunal condenó también a Ahmed Salem Ahmeidat, Mohamed Lehbib Gasmi y El-Hafed Toubali, a quienes declaró culpables de formar una banda criminal e incendiar un edificio durante manifestaciones contra la administración marroquí del Sáhara Occidental. Al parecer, no se investigaron las denuncias de que habían sido golpeados bajo custodia policial y obligados a firmar “confesiones”.

El 22 de mayo de 2007, un tribunal de apelación aumentó a 18 meses las condenas de un año de prisión impuestas a Brahim Sabbar y Ahmed Sbai en marzo de 2007. En la vista de apelación, en la que también había una nutrida presencia de las fuerzas de seguridad, Brahim Sabbar rompió el silencio que mantenía en señal de protesta para responder a una pregunta formulada por el tribunal, afirmando: “Soy un activista de los derechos humanos. He incitado al pueblo saharaui a defender sus derechos pacíficamente”.

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marzo 10, 2007

 

Amnistía Internacional: Marruecos y el Sáhara Occidental: defensores saharauis de los derechos humanos, condenados a un año de prisión

8 de marzo de 2007

Marruecos y el Sáhara Occidental: defensores saharauis de los derechos humanos, condenados a un año de prisión

Londres.- Amnistía Internacional considera motivo de gran preocupación la condena de un año de prisión impuesta a los defensores saharauis de los derechos humanos Brahim Sabbar y Ahmed Sbai por un tribunal de El Aaiún el 6 de marzo. La organización cree que estos dos hombres han sido encarcelados por ejercer su derecho pacífico a la libertad de expresión, asociación y reunión, por lo que podrían ser presos de conciencia. Si es así, deben ser puestos en libertad de inmediato y sin condiciones.

Ambos defensores de los derechos humanos fueron declarados culpables de cargos como promover actividades violentas de protesta –concretamente manifestaciones convocadas en 2005 y 2006 contra la administración marroquí del Sáhara Occidental– y pertenecer a una organización no autorizada –a saber, la Asociación Saharaui de Víctimas de Violaciones Graves de Derechos Humanos Cometidas por el Estado Marroquí–. Esta organización, cuyo secretario general es Brahim Sabbar y de la que es también miembro Ahmed Sbai, no ha podido inscribirse en el registro oficial de asociaciones marroquí por los impedimentos administrativos que le han puesto por motivos políticos. No obstante, los dos defensores de los derechos humanos fueron absueltos de los cargos más graves presentados contra ellos, incluido el de formar una banda criminal.

Brahim Sabbar y Ahmed Sbai, que llevan casi nueve meses detenidos, parecen estar en el punto de mira de las autoridades marroquíes por el papel que desempeñan reuniendo y difundiendo información sobre violaciones de derechos humanos cometidas en el Sáhara Occidental y por su defensa pública del derecho de la población del territorio a la libre determinación. Ambos admiten su asistencia pacífica a manifestaciones contra las violaciones de derechos humanos cometidas por las autoridades marroquíes en el Sáhara Occidental, pero niegan toda participación en actos de violencia. Brahim Sabbar cumple también una condena de dos años de prisión que le fue impuesta en junio de 2006 por cargos que, a juicio de Amnistía Internacional, probablemente fueran falsos.

El juicio, que, según informes, duró menos de una hora, se celebró en circunstancias poco dignas. Según testigos presenciales, hubo una fuerte presencia de agentes de las fuerzas de seguridad en la sede del tribunal y sus alrededores, y sólo unos pocos parientes y familiares de los acusados pudieron acceder a la sala, pues al resto se les negó la entrada sin explicación alguna.

Por otro lado, el juicio se caracterizó por la negativa de ambos acusados a responder a toda pregunta u hacer cualquier otra manifestación ante el tribunal, manteniendo así una actitud que habían adoptado en señal de protesta en una vista judicial celebrada el 6 de febrero de 2007. Su equipo defensor, formado por nueve abogados, se había retirado del caso en solidaridad con ellos ese mismo día, explicando en una declaración que lo hacía para protestar por el hecho de que las autoridades marroquíes no hubieran abierto, al parecer, una investigación sobre los presuntos malos tratos a los que los acusados afirmaban haber sido sometidos en prisión el 19 de enero de 2007 y durante anteriores traslados para ir y venir de las vistas judiciales. El tribunal designó a un abogado defensor para sustituir al equipo en una vista del 20 de febrero.

Otros tres saharauis, Ahmed Salem Ahmeidat, Mohamed Lehbib Gasmi y El-Hafed Toubali, fueron condenados a tres años de prisión por el mismo tribunal el 6 de marzo, tras haber sido declarados culpables de formar una banda criminal e incendiar un edificio en el contexto de manifestaciones contra la administración marroquí del Sáhara Occidental. La sentencia condenatoria se dictó sobre la base de declaraciones escritas de agentes de policía, según las cuales los acusados habían confesado –sin embargo, cuando los tres saharauis habían comparecido posteriormente ante un juez de instrucción, habían negado los cargos y asegurado que se habían visto obligados a firmar las declaraciones tras ser sometidos a palizas por personal de las fuerzas de seguridad–.

Decenas de saharauis han sido acusados de conducta violenta y recluidos, tras su detención durante o después de manifestaciones celebradas en el Sáhara Occidental en 2005 y 2006. Muchos han denunciado haber sido torturados o maltratados con objeto de obligarlos a firmar confesiones, de intimidarlos para que no acudieran a más manifestaciones o de castigarlos por reivindicar el derecho a la libre determinación de la población del Sáhara Occidental o portar signos visibles de su apoyo al Frente Polisario, organización que pide un Estado independiente en el territorio y mantiene un autoproclamado gobierno en el exilio en campos de refugiados del suroeste de Argelia. Algunos de los detenidos han quedado en libertad en virtud de indultos reales de marzo y abril de 2006. Otros continúan recluidos, cumpliendo penas de prisión o en espera de juicio. Los juicios de manifestantes saharauis son motivo de preocupación, pues hay indicios de que no han sido justos. En particular, las pruebas utilizadas para declararlos culpables han estado a menudo contaminadas con denuncias no investigadas de tortura o malos tratos, y a los acusados no se les ha permitido en general llamar a testigos de descargo.

Amnistía Internacional pide a las autoridades marroquíes que tomen medidas concretas para garantizar que se respeta plenamente el derecho de todos los saharauis a la libertad de expresión, asociación y reunión y, en particular, que los defensores saharauis de los derechos humanos pueden reunir y difundir información y opiniones sobre cuestiones de derechos humanos sin temor a sufrir persecución, hostigamiento ni intimidaciones. Tales derechos se hallan enunciados en el derecho internacional, especialmente en el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos, en el que Marruecos es Estado Parte, y en la Declaración sobre el Derecho y el Deber de los Individuos, los Grupos y las Instituciones de Promover y Proteger los Derechos Humanos y las Libertades Fundamentales Universalmente Reconocidos, adoptada por la Asamblea General de la ONU el 9 de diciembre de 1998.

Información complementaria

Para más información sobre el caso de Brahim Sabbar y Ahmed Sbai y sobre la campaña concertada de represión que se está llevando a cabo contra los defensores saharauis de los derechos humanos, véase la declaración pública de Amnistía Internacional Marruecos y el Sáhara Occidental: El acoso judicial de saharauis defensores de los derechos humanos debe terminar, emitida el 5 de febrero de 2007: http://web.amnesty.org/library/index/eslMDE290032007?open&of=esl-mar

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febrero 05, 2007

 

Amnistía Internacional denuncia acoso judicial marroquí contra independentistas saharauis

*El informe ha sido publicado de momento en inglés.

Amnistía Internacional acusó hoy a Marruecos de 'acosar judicialmente' a dos activistas saharauis, Brahim Sabbar y Ahmed Sbai, encarcelados desde hace medio año por sus denuncias de violaciones de derechos humanos en el Sahara Occidental.

Esta denuncia de AI se produce en vísperas de la celebración en El Aaiún (Sahara Occidental) de un nuevo juicio contra esos dos independentistas saharauis, de quienes la organización de defensa de derechos humanos señaló que pueden ser considerados como 'presos de conciencia'.

En este caso 'deberían ser puestos en libertad inmediatamente', indicó Amnistía Internacional.

En la nota, AI afirma que esos dos hombres 'están siendo sometidos a hostigamiento judicial por su trabajo como activistas de los derechos humanos y su defensa del derecho a la autodeterminación del pueblo del Sahara Occidental'.

Según AI, estos temores se confirman por el hecho de que Sabbar fue sentenciado ya en un anterior juicio a dos años de prisión por unos cargos que habrían sido 'probablemente' amañados.

En el juicio que comienza mañana en esa ciudad de la ex colonia española, Sabbar y Sbai son acusados de pertenecer a una organización ilegal e incitar a protestas violentas contra la Administración marroquí del Sahara Occidental.

Los acusados fueron detenidos el pasado 17 de junio en un control de policía a la entrada de El Aaiún procedentes de Bojador, donde supervisaron la creación de una rama de la Asociación Saharaui de Víctimas de Violaciones Graves de los Derechos Humanos cometidas por Marruecos (ASVDH), de la que Sabbar es secretario general.

Esta organización había denunciado en mayo de 2006 las detenciones arbitrarias, maltratos y torturas cometidas por el Ejército marroquí en meses anteriores.

En su anterior juicio, Sabbar fue acusado de desobedecer y atacar a un policía durante su detención.

El independentista negó estos cargos y afirmó que los policías que lo detuvieron se ensañaron con él y, tras insultarle, le golpearon.

Sabbar fue condenado el 27 de junio de 2006 a dos años de prisión.

Otros dos saharauis que se encontraban con Sabbar y Sbai en el momento de su detención, los hermanos Ahmed y Saleh Haddi, fueron condenados a tres años de prisión y a un año de prisión suspendida, respectivamente.

Sabbar, miembro del Comité Saharaui para la Autodeterminación, pasó diez años (entre 1981 y 1991) en Kalaat M'gouna, una de las peores prisiones secretas de los llamados 'años de plomo', denominación que designa el periodo más represivo del reinado de Hasán II, padre del actual monarca marroquí Mohamed VI.

Ahmed Haddi también estuvo encarcelado y abandonó la prisión el 22 de abril de 2006, tras beneficiarse de un indulto real.

Sbai fue sentenciado a diez años de prisión en 2003, tras una confesión que le fue arrancada mediante torturas, según indicaría el independentista. Fue puesto en libertad en 2004 al acogerse a otra amnistía real.

Sabbar y Sbai iniciaron el pasado 30 de enero una huelga de hambre para protestar contra las palizas que recibieron once días antes, según explicaron parientes de los prisioneros a AI.

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abril 05, 2006

 

DECLARACION AMNISTIA INTERNACIONAL. Juicio de defensor saharaui de los derechos humanos

Brahim Dahan, activista saharaui de derechos humanos y Presidente de la Asociacion saharaui de victimas de las violaciones de derechos humanos cometidas por el Estado marroqui.

AMNISTIA INTERNACIONAL. Marruecos / Sáhara Occidental (3-04-06)

Juicio de defensor saharaui de los derechos humanos

Londres.- El 3 de abril de 2006, víspera del día en que comienza el juicio en El Aaiún del defensor saharaui de los derechos humanos Brahim Dahane y de otros 16 detenidos, Amnistía Internacional formuló un llamamiento a las autoridades marroquíes para que garanticen que en los procedimientos se respetarán las normas internacionales que rigen los juicios justos. El llamamiento de la organización vino motivado por los graves motivos de preocupación en torno al respeto de las debidas garantías en juicios de casos similares celebrados en los últimos meses.

Brahim Dahane permanece recluido desde su detención el 30 de octubre de 2005 y será juzgado, junto a otros 16 acusados, por varios cargos relacionados principalmente con la instigación a actividades violentas de protesta contra la administración marroquí del Sáhara Occidental o la participación en ellas el año pasado. A Brahim Dahan también se le acusa de pertenecer a la Asociación Saharaui de Víctimas de Violaciones Graves de Derechos Humanos Cometidas por el Estado Marroquí, organización prohibida de la cual es presidente. En los últimos meses, él y otros activistas han estado tratando de inscribir la organización, pero aún no han completado el proceso a causa de una serie de obstáculos administrativos que parecen ser de motivación política.

Sigue el informe.

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