julio 30, 2005

 

http://www.spsrasd.info/sps-s280705.html#4

El Hussein Lidri Activista de Derechos Humanos saharaui, Profesor de Filosofía, Ex – expulsado, detenido en la terrible Cárcel Negra, El Aaiún, Sáhara Occidental Número de detención: 26355

Cárcel Negra, ElAaiún/Sahara Occidental,

27 de julio de 2005

Testimonio de detención y secuestro

Yo, El Hussein Lidri, activista saharaui de Derechos Humanos (DH), estoy encarcelado desde el 23 de julio de 2005 en la Cárcel Negra de la ciudad ocupada de El Aaiún, después de que el Estado marroquí me detuviera, sin presentar permiso judicial justificante, el 20 de julio de 2005, a raíz de la Intifada de la Independencia y de mi intervención directa en el canal televisivo Al Jazeera sobre las condiciones del arresto de activista de DH saharaui y expreso de opinión, Ali Salem Tamek, en el aeropuerto de El Aaiún, el 18 de julio de 2005.

Fui detenido junto a los activistas saharauis de DH Numria Brahim y Laarbi Massud por 8 agentes de los servicios de Inteligencia marroquíes, sobre las 10:00 horas de la mencionada fecha, siendo trasladados a la sede de la Policía Judicial que nos separó en sus oficinas, a fin de recoger informaciones personales, como preparación para nuestro interrogatorio.

Acto seguido, los Grupos de la Policía Urbana, bajo dirección directa del Comandante Ichi Abu Alhasan, se encargaron de atarme las manos, vendarme los ojos, sacarme por la puerta posterior y llevarme en un coche que, después de circular aproximadamente una hora, se paró en un lugar desconocido. En este último, fui objeto de interrogatorios y de tortura brutal, que atenta contra la dignidad humana. Fui objeto de la denominada tortura ¨Dayaya Machuía¨ (pollo asado), colgado con cuerdas en el aire durante varias horas, mientras no paraba el dura y continuo interrogatorio. Ponían una silla sobre mi espalda y uno de ellos la apretaba con su mano de una manera que me hacía sentir que mis extremidades estaban a punto de romperse, con una tremenda presión por todo el cuerpo. Todo esto dirigiéndome atroces golpes, insultándome y escupiendo sobre mi cara. Mi cabeza y mi cara fueron golpeados brutalmente, hasta el punto de perder la conciencia durante varias horas, durante las cuales me quedé inmovilizado como un cadáver. Lo cual sólo hizo que los hombres de los servicios de inteligencia marroquíes me trasladaran a una sala grande, donde estuvieron corriendo alrededor mío, gritando y divirtiéndose, con un extremo sadismo, hasta que recuperé la conciencia. Acto seguido, se repitió la misma operación de la Dayaya Machuía y me derramaron un líquido desconocido sobre todo el cuerpo, causándome hinchazones y quemaduras.

Este brutal interrogatorio fue llevado a cabo por verdugos de la seguridad, entre los que pude reconocer, debido a su voz, familiar para mí. Se trata de Brahim Bin Sami, Wali (gobernador) de Seguridad de la ciudad ocupada de El Aaiún ; Ichi Abulhasan, Jefe de la Policía Urbana ; Hasan Ghaffari, Jefe de Información General y sus dos ayudantes, AbdelHaq Rabí y AbdeSsabur, así como otras personas que no logré conocer.

El interrogatorio se concentró sobre mis actos como activista de Derechos Humanos, mi relación con el grupo de activistas saharauis de Derechos Humanos, mi postura sobre el conflicto del Sáhara Occidental y sobre la gran Intifada desencadenada en el Sáhara Occidental, en el sur de Marruecos y en los centros universitarios en ese país donde estudian saharauis, desde el pasado día 21 de mayo 2005, así como mi intervención en el canal Al Jazeera, a raíz de la detención del activista de Derechos Humanos y antiguo preso de opinión saharaui Ali Salem Tamek, recién llegado de España, el 18 de julio de 2005.

Después de múltiples y variadas torturas, los verdugos me llevaron, en estado de pérdida de conciencia, hacia la Wilaya de Seguridad. De ahí fui llevado en una ambulancia hacia el hospital, ya por la noche, el 22 de julio de 2005, rodeado por vigilancia intensificada. Más tarde, fui trasladado hacia la Fiscalía General del Tribunal de Apelaciones de Aaiún, junto a los activistas saharauis de Derechos Humanos Mohamed Chej Elmutawakil (antiguo preso político en 1992; secretario general expulsado en el Municipio de Bin Mseik de Casablanca, en Marruecos, en 2002 y miembro del Buró Ejecutivo del Forum Verdad y Justicia), Mohamed Fadel El Gaudi (director de una caja de crédito, despedido por sus actividades a favor de los derechos humanos en 2000; antiguo preso político en 1977 y miembro del Consejo Nacional del Forum Verdad y Justicia), Numria Brahim (Ex-secuestrado durante los años 1983 – 1985 – 1987 – 1991 y miembro del Buró del Forum Verdad y Justicia, Sección Sáhara, disuelto por orden de las autoridades marroquíes en 2002) y Laarbi Masud (licenciado en Letras, privado del derecho al trabajo y antiguo preso de opinión, adoptado por varias organizaciones de Derechos Humanos como Amnistía Internacional).

En la Fiscalía declaré ante el abogado defensor, junto al activista saharaui Brahim Numria, sobre la brutal tortura a la que habíamos sido sometidos. El delegado de la Fiscalía decidió que continuara mi tratamiento en el hospital, prolongando 24 horas la vigilancia.

No obstante, los servicios de inteligencia marroquíes aprovecharon esa prolongación para secuestrarme de nuevo de la sede de la Wilaya de Seguridad en El Aaiún ocupado, para trasladarme a la sede del PCCMI (Puesto de Comandancia de la Compañía Móvil de Intervención), donde fui sometido otra vez a brutal tortura y continuo interrogatorio, de la misma manera y con los mismos métodos antes mencionados, hasta muy entrada la noche y a manos de los mismos individuos.

Al día siguiente fui trasladado, junto a los mencionados activistas saharauis de Derechos Humanos, al Tribunal de Apelación, donde pasamos el día entero. Finalmente, Mohamed Fadel El Gaudi fue puesto en libertad, mientras que los otros tres, por decisión del Juez de Investigación, fuimos trasladados a la Cárcel Negra, en espera de la investigación, después de haber presentado nosotros nuevas protestas por haber sido sometidos a secuestro, tortura y privación de nuestro derecho de ver y conocer el contenido de las actas de acusación contra nosotros que fueron inventadas por la Policía Judicial en El Aaiún ocupado.

Hasta este momento sufro las secuelas de la brutal tortura recibida, que se manifiestan especialmente en la cabeza, hinchada y cubierta con manchas coaguladas de sangre, en la frente, las sienes, las manos, articulaciones de las rodillas y de los píes, la columna vertebral, así como hinchazones en la palma de la mano izquierda, causadas por las quemaduras que me causaron mis torturadores. Hasta el momento no he sido objeto de ningún reconocimiento médico, a pesar de haberlo pedido ante el Juez de Investigación.

Es de recordar que la Administración de la Cárcel Negra no ha considerado mi grave estado de salud, pues estoy confinado en una celda de una superficie total de 5 metros cuadrados, junto con los detenidos políticos (Mohamed Chej ElMutawakil, Brahim Numria y Laarbi Masud). Esta celda no tiene cuarto de baño y los funcionarios de la cárcel nos provocan a menudo, y tenemos prohibidas las vistas.

El Activista de Derechos Humanos y preso político saharaui El Hussein Lidri Numero de encarcelamiento: 26355." (SPS)


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