A José Ramón de su amigo Javier Perote
El sueño de la rosa
La mano temblorosa aprieta contra su pecho la rosa del desierto con la misma emoción que un joven, vencida la primera resistencia, coge la mano de su amada.
Su espíritu cruza los campos de trigo, y otras mil rosas sonrientes como un caleidoscopio de voces infantiles llenan de música sus sueños
Derrahs azules y blancos, melfas y turbantes, desde su laberinto de lonas y barro le saludan al pasar: hola cómo ti yamas, cómo ti yamas, de dónde eres, José Ramón, ah! José Rrramón, yo Sáhara, yo sáhara, yo sáhara , yo ´sáhra.. sahara… sahara… shra….sha…..
Por la herida de la estrella roja sangran treinta años de olvido, y un apocalipsis de fuego y lluvia del infierno desgarra el cielo de las haimas.
Marineros con arpones y garfios verdes, blasfemos arrieros con navajas de fuego en los puños, han llenado de dolor el mar de algodón negro.
Por las montañas del sur, un río de manos cerradas se derrama en promesas que escurren por las cloacas de mentiras y traiciones.
En la caseta de sultán, el dogal del perro sujeta por el cuello un sapo borracho de burdeos que canta la Marsellesa y, en su boca abierta, el Mojama juega a la rana con tejos de oro falso, mientras Pablo, con la barba, limpia sus babuchas.
Sedentes iconos ocultan su dolor en velos traídos de oriente; con lágrimas de azúcar han llenando las Sebjas donde abrevan los camellos y crecen espigas de abundancia en cuatro colores: blanco, negro, verde, y rojo
Ya Bubisher revolotea por los vientos, y desde el umbral de las haimas sus trinos encienden el horizonte
Erguibi descansa un sueño de siglos de oro y en su mano han florecido cuatro claveles: blanco negro, verde y rojo
Del mar azul, del mar de la esperanza, siete olas traen el eco de las ajorcas de las bellas muchachas.
Por el cielo cabalgan juntos cuatro jinetes, Ibn Jaldún, Juan León, Ibn Batuta, José Ramón; de cuatro colores trazan su estela, los cuatro colores de la bandera
blanco negro, verde, y rojo
Madrid Enero 2005