agosto 14, 2006
Los agentes empezaron a rasgar con cuchillos la ropa de camuflaje que llevaba puesta Luali Amaidan, y le vertieron gasolina sobre el cuerpo amenazándole con prenderle fuego, persuadiéndole de que abandone definitivamente la ciudad de El Aaiun hacia los campamentos de refugiados saharauis. El activista saharaui de derechos humanos respondió con firme determinación que no abandonará su tierra ni renunciará a los principios que comparte con los presos políticos saharauis que continúan en las cárceles marroquíes, asumiendo todas las consecuencias que puedan derivar.
Esta postura puso furiosos a los torturadores que procedieron a ponerle encima una piedra de gran tamaño, le desnudaron y le arrastraron, lo que le hizo perder el conocimiento.