agosto 04, 2006
Cada día que pasa, la siento más cerca

No todos hemos tenido la ocasión de llevar esos gratos recuerdos de la tierra en nuestra infancia, sino más bien de las consecuencias de la guerra, el éxodo y el refugio. A veces tenemos nostalgia, pero a qué lugar y en qué momento. Esa añoranza o esa nostalgia, que para unos sólo tiene como referencia los campos de refugiados o el exterior, debería estar relacionada con un punto ignoto o muy conocido de Zemur o de Tiris, como es mi caso. Conocer la geografía física del Sahara hace más agudo su amor en el corazón, haberla recorrido en tiempos de paz y de guerra la hace cada vez más nuestra y la trae más cerca que nunca.
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