junio 17, 2006

 

El cineasta Carlos González expulsado de El Aaiun por las autoridades marroquíes de ocupación

Madrid, 7 de junio del 2.006

Mi nombre es Carlos González y soy cineasta radicado en Los Angeles, Estados Unidos. He trabajado alrededor del mundo para estudios importantes como la Universal y Paramount. Soy miembro del Directors Guild of America, gremio que representa los directores más importantes del cine y la televisión estadounidense, entre ellos Steven Spielberg y Francis Ford Coppola.

El día 29 de mayo viajé de Las Palmas, Gran Canarias a El Aaiún, Sáhara Occidental para realizar un documental sobre la situación que viven los niños y jóvenes en las escuelas de El Aaiún. Me encontré con una situación represiva impresionante, las escuelas están tomadas por las fuerzas de seguridad, inclusive escuelas primarias. Pude ver con mis propios ojos escuelas rodeadas por fuerzas de seguridad de todo tipo – ejército, fuerzas auxiliaries, GUS (fuerzas de respuesta rápida). Dentro de las escuelas hay agentes vestidos de civil, todo esto para no permitir que los estudiantes saharauis se manifiesten pacíficamente pidiendo una patria libre. Conocí niños de ocho años que ya han sido detenidos y torturados en numerosas ocasiones.

La ciudad está tomada. La presencia de las fuerzas de seguridad es impresionante, no se pueden caminar cincuenta metros por las calles de El Aaiún sin cruzarse con algún tipo de fuerza de seguridad. Los activistas son perseguidos constantemente y no pueden salir de su casa sin ser hostigados. Ellos y sus familias son perseguidos y torturados, sus casas destruidas, no importa edad o sexo.

El sábado 3 de junio alrededor de las 15:30 circulaba por las calles de El Aaiún en compañía de activistas de derechos humanos cuando fuimos detenidos por las fuerzas policiales. Me llevaron a la comisaría de la calle Smara e interrogado durante siete horas. Durante el interrogatorio se me amedrentó e intimido brutalmente por hasta cinco agentes a la misma vez. En ningún momento se me permitió hacer llamadas telefónicas a pesar de insistir constantemente. Viajé como ciudadano español, pero al percatarse de ser nacido en Venezuela y tener residencia en Estados Unidos, se me acusó de ser agente de Hugo Chávez, de la CIA y de tener un pasaporte falso. Se me presionó para dar los nombres de las personas con las que me había reunido lo cual rehusé tajantemente.

Alrededor de las 22:30 fui puesto en libertad y acompañado al hotel por uno de los agentes. Al siguiente día, el domingo 4 de junio, fui expulsado en el primer vuelo comercial hacia Las Palmas y acompañado por un agente de seguridad hasta que abordé el avión.

Viví momentos muy difíciles durante la interrogación pero nunca comparable con las torturas y amenazas que reciben los activistas. Marruecos es un país represivo y eso es evidente al poner pie en el Sáhara Occidental. La persecución y tortura de todo aquel que se manifieste en contra de la ocupación marroquí es una ocurrencia diaria.

Carlos González, cineasta

Esta es la noticia de Canarias7:

Rebelión opinó sobre este tema:

Mentiras y medios

Mentir es necesario para defender los intereses estratégicos con el régimen marroquí

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