marzo 03, 2007

 

Declaración de Tifariti

DECLARACION DE TIFARITI

En el marco del año 2007, Año Internacional de Solidaridad con la RASD, se ha organizado para el 26 y 27 en Tifariti (territorios liberados de la RASD) una Conferencia Internacional consagrada a la lucha del pueblo saharaui. La conferencia reunió a numerosos participantes llegados de los cinco continentes:

Organizada por primera vez en Tifariti, en las zonas liberadas, esta Conferencia reviste una importancia muy especial puesto que coincide con la conmemoración por el pueblo saharaui del 31 Aniversario de la República Árabe Saharaui Democrática.

La Conferencia RINDE HOMENAJE a la lucha por la independencia nacional que lleva a cabo el pueblo saharaui bajo la dirección del Frente Polisario desde hace más de tres decenios contra la ocupación ilegal de su país por el Reino de Marruecos.

Esta lucha perseverante emprendida en el estricto respeto a la legalidad internacional esta sustentada por la voluntad de un pueblo que ha dado pruebas de su determinación en lograr su plena libertad y construir su futuro en paz, en democracia y en libertad.

Igualmente, esta lucha encuentra su legitimidad en los principios de la Carta de las Naciones Unidas y en una multiplicidad de resoluciones que reconocen el derecho de los pueblos sometidos a una ocupación colonial a la libre determinación. La Comunidad internacional, gracias al sacrificio consentido en el pasado por decenas de pueblos en África, Asia y América latina, ha convenido en considerar como crimen internacional el hecho de intentar privar por la fuerza a un pueblo de este derecho, derivándose de esta consideración el deber de todos los Estados del mundo de ofrecer a dicho pueblo apoyo y solidaridad hasta la consecución de su legitimo objetivo nacional.

Los reunidos reiteran su firme condena a la agresión militar y política desencadenada en octubre de 1975, por el Reino de Marruecos contra el pueblo saharaui en el marco de los acuerdos ilegales de 14 de noviembre de 1975 en virtud de los cuales la antigua potencia administradora del Sahara occidental, España, faltó gravemente a las responsabilidades que como tal le incumbían y le incumben todavía en conformidad con el dictamen de la ONU de 29 de enero 2002, respecto a la culminación plena del proceso de descolonización del Sahara occidental.

La Conferencia felicita a la RASD y a Mauritania por la firma del acuerdo de paz de 5 de agosto de 1978, por el que Mauritania optó por el respetó de la legalidad internacional y en una actitud de coherencia política y en ejercicio pleno de su soberanía, estableció relaciones oficiales con su vecina, la RASD. La Conferencia alienta a los dos países, hermanados por múltiples y valiosos lazos, a fortalecer continuamente sus relaciones bilaterales, a consolidar el Estado de Derecho, y a defender los principios contenidos en las Cartas de la ONU y de la Unión Africana, en tanto que factores esenciales para afianzar la paz y la seguridad en le región, paso ineludible para el despegue definitivo del proyecto unitario magrebí.

La Conferencia felicita vivamente a la Unión África por la defensa de dichos principios, y de manera particular el principio de la libre determinación de los pueblos y países coloniales a si como el de la intangibilidad de las fronteras, que había mostrado al haber admitido a la RASD como Estado miembro de pleno derecho de la familia de naciones africanas libres y soberanas.

La conferencia rinde homenaje al apoyo brindado a lo largo de estas décadas por Argelia a la legítima lucha del pueblo de la RASD por su libre autodeterminación e independencia, posición constante inspirada en el apego indefectible de ese gran país a los valores y enseñanzas derivadas de la heroica lucha del pueblo argelino por su independencia.

La Conferencia agradece profundamente la solidaridad y apoyo político y diplomático tanto bilateral como en los foros internacionales de decenas de países de África, América latina, Caribe y Asia a la justa causa del pueblo saharaui. En ese contexto, la conferencia extiende su sincero agradecimiento a todas las fuerzas políticas, parlamentarias y entes locales y autonómicos y a las organizaciones no gubernamentales representativas de la sociedad civil en Europa, América latina, Estados Unidos que han acompañado al pueblo saharaui con su aliento y apoyo humanitario y material para paliar las dificultades y privaciones de todo género sufridos como consecuencia de la guerra de conquista y rapiña colonial emprendida por el eino Marruecos.

La Conferencia ha abordado con profundidad el estado actual del proceso de paz del Sahara occidental puesto en marcha en 1990-91 por las naciones Unidas en el marco delo Plan de arreglo aprobado por el Consejo de seguridad por las resoluciones 658 y 690 y aceptado por la potencia ocupante, Marruecos, y el Frente POLISARIO legítimo representante del pueblo saharaui. El objetivo explicito de dicho proceso era y ha de continuar siéndolo, el permitir al pueblo saharaui ejercer su inalienable derecho a la libre determinación dentro de las opciones estipuladas por dicho plan, a través de un referéndum organizado y supervisado por la ONU en cooperación con la Unión Africana.

Dicho plan, que refirma el contenido de las resoluciones adoptadas por la Asamblea general desde la década de los sesenta así como el contenido del dictamen del tribunal de la haya de 16 de octubre de 1975 sobre el Sahara occidental, reconoce que la cuestión Saharaui representa un problema de descolonización que no puede ser resuelto sino con la aplicación de los principios de derecho internacional contenidos en la Carta magna de la descolonización estipulada en la celebre resolución 1514(XV) de la asamblea general. En este marco, las naciones Unidas reconocieron y siguen reconociendo que Marruecos mantiene una ocupación ilegal de un Territorio que no le pertenece y sobre el cual no ejerce ni puede ejercer de forma valida ningún atributo de soberanía.

Los participantes están convencidos de que la vía refrendaría es el único medio pacífico y legal que cuenta con el apoyo unánime de la Comunidad internacional para alcanzar una solución justa, pacífica y definitiva del conflicto del Sáhara Occidental. El pueblo saharaui, es el único depositario del derecho a la autodeterminación de su territorio, y nadie y menos aun, la potencia ocupante, puede determinar en su lugar el destino de su país.

Por consiguiente, la Conferencia CONDENA la política de ocupación y de opresión que mantiene Marruecos en el Sáhara Occidental, así como su estrategia de contrariar y hacer fracasar los esfuerzos y les decisiones de la Comunidad Internacional. Su rechazo del Plan de arreglo y de los Acuerdos de Houston, que había por tanto aceptado y firmado, así como su oposición al Plan de paz (Plan Baker) aprobado por el consejo de seguridad en resolución 1495(2003) constituyen pruebas de mala fe, y de una voluntad deliberada de seguir desafiando las resoluciones del Consejo de Seguridad y de la Asamblea General, que reconocen al pueblo saharaui su derecho a la autodeterminación.

El estatuto definitivo del territorio del Sáhara Occidental es prerrogativa exclusiva de su pueblo. En este marco, el proyecto unilateral marroquí de la llamada « autonomía »,en el marco de su pretendida soberanía sobre el Sahara occidental que ningún país ni organismo reconocen, busca pervertir la legalidad internacional aplicable a una cuestión de descolonización al tratar de imponer al pueblo saharaui y ala comunidad internacional un" hecho colonial" vergonzoso e inadmisible en pleno siglo XXI. Todo país respetuoso de si mismo y de la legalidad internacional debe rechazar esta nueva tentativa de cuño colonial dirigida a legitimar los frutos de una agresión colonial perpetrada contra un pueblo en detrimento de sus derechos a la libertad y a la independencia. La Conferencia desea hacer patente su asombro y sorpresa ante el hecho de que Francia, por boca de su presidente, haya calificado dicho intento de « constructivo » cuando se trata de una violación flagrante del derecho internacional encaminada a privar a un pueblo de su derecho a la libre determinación. Francia, en cuanto miembro del Consejo de Seguridad y partenaire del presente y futuro de la región magrebina ganaría en credibilidad si llegara a hacer uso de su influencia política y diplomática para lograr que Marruecos cooperase con la ONU en la celebración del referéndum de autodeterminación al que se había comprometido en virtud de la apoyo unánime del Consejo de seguridad del plan de arreglo, de los acuerdos de Houston y del Plan Baker.

Los participantes consideran que la pseudos solución llamada propuesta de autonomía en el marco de la soberanía marroquí constituye una peligrosa "fuga hacia delante" que hará elevar la tensión en el Territorio, y en la región y cierra de forma definitiva las vías hacia un arreglo pacifico, justo y definitivo del conflicto.

La Conferencia DECLARA el proyecto marroquí de nulo y sin valor jurídico o legal. Los participantes piden a Francia y a su Gobierno que reconsideren su posición, y que abandonen su alineamiento con las tesis expansionistas marroquíes mantenido en detrimento de la legalidad internacional y de las obligaciones y responsabilidades contraídas con la región del Maghreb cuya configuración futura no puede ser realizada sobre la base de la modificación por la fuerza de las fronteras heredadas de la época colonial y sobre la base de la violación del principio cardinal de la libre determinación del pueblo saharaui, ultima colonia en África.

La Conferencia RECUERDA a España su responsabilidad política, jurídica y ética en la tragedia que sigue viviendo hoy el pueblo saharaui. Habiendo superado con éxito la etapa transitoria y consolidado su democracia, y teniendo en cuenta esa responsabilidad y e sentir de la inmensa mayoría de la sociedad civil, la España oficial debe revisar su posición actual a fin de jugar el papel que le incumbe como antigua Potencia administradora y contribuir de manera honesta y tangible a la solución justa y definitiva del conflicto del Sáhara Occidental sobre la base del respeto a la legalidad internacional.

La Conferencia LAMENTA que, a pesar de l transcurso de más de tres décadas, la actitud del Gobierno español no haya estado a la altura de esa responsabilidad ineludible. La reciente venta masiva de armamento a Marruecos y su decisión de abstenerse de apoyar la pasada resolución de la asamblea general de la ONU sobre el Sahara occidental, son hechos graves que no hace sino alentar a Marruecos a proseguir en su rebelión contra el derecho internacional y a intensificar la violación de los derechos humanos en las zonas ocupadas del Sahara occidental.

La Conferencia lanza un llamamiento a la sociedad civil, a los pueblos y a todas las fuerzas democráticas del Estado español que intervengan urgentemente para detener esta operación de venta de armamento a Marruecos cuyos efectos políticos sobre el terreno, la paz y la estabilidad en la región son de extrema gravedad.

La Conferencia RECUERDA a la Unión Europea su parte de responsabilidad en el la continuación del conflicto del Sahara occidental. La Unión Europea, gran proveedor de Marruecos, no debe permitir a este país la violación de los términos y obligaciones derivadas de los acuerdos de asociación, especialmente aquellos que están relacionados con el respeto a los Derechos Humanos. Sin embargo, es un hecho reconocido públicamente por difrentes organismos gubernamentales y no gubernamentales como el Alto Comisario de la ONU encargado de los derechos Humanos, Amnistía internacional, Human Rights Watch… que Marruecos continua violando masivamente los derechos humanos en el Sahara occidental, y que esta violación tiene su raíz en la violación del derecho a la libre determinación del pueblo saharaui.

NO trabaja a favor de la credibilidad internacional de la Unión Europea cerrar los ojos ante lo que acontece en el Sahara occidental o aplicar dos pesos y dos medidas en su consideración de la situación de los derechos humanos en el mundo y de manera particular si esta violación es perpetrada por países que reciben, como Marruecos, una ayuda financiera y económica multiforme de la Unión.

La Conferencia quiere REITERAR SU DENUNCIA de la política marroquí encaminada a implicar empresas Gobiernos extranjeros en la política de saqueo de los recursos naturales y des riquezas haléuticas y energéticas del Sáhara Occidental.

En este marco, el acuerdo de pesca firmado por la Unión Europea con Marruecos a instigación de España y Francia es un acto contrario a la legalidad internacional ya que incluye ilegalmente las aguas jurisdiccionales del Sáhara Occidental. Es un acto de explotación ilegal de las riquezas naturales del pueblo saharaui sobre las cuales el derecho internacional le reconoce soberana permanente. Constituye además un acuerdo que otorga beneficios económicos y financieros a la potencia ocupante del territorio, alentado de esta manera su continua rebelión contra la legalidad internacional. La Conferencia considera dicho acuerdo como ilegal y pide su revocación inmediata.

Con motivo de su visita a los campamentos de refugiados saharauis y a algunas de las zonas liberadas de la RASD, los participantes han podido constatar las duras condiciones de vida de esas poblaciones agravadas por la dureza del entorno geográfico. La superación definitiva de estas condiciones dramáticas tendrá lugar con el advenimiento de la solución justa y definitiva del conflicto. Dicha solución, consagrada por la Comunidad internacional en el año 1990-91 fue saboteada por Marruecos ante la pasividad del Consejo de seguridad de la ONU.

No obstante, la realidad es evidente ya que el desencadenamiento del conflicto y su prolongación ha provocado que miles de saharuis, mujeres, ancianos y niños, emprendieran el éxodo y la resistencia contra la ocupación de su patria por las fuerzas invasoras.

Dichas poblaciones, determinadas también a preparar el futuro de su país en los terrenos de la educación, salud, administración, economía finanzas..etc han conocido una explosión demográfica real y el transcurso de más de tres décadas desde el inicio de la ocupación ilegal del territorio por Marruecos, ha creado un drama humano que constituye una afrenta a la conciencia universal.

La tardanza de las agencias de la ONU, especialmente el ACNUR y el PAM – en su compromiso con los refugiados saharauis provoca una legitima preocupación y plantea serias interrogantes sobre la posibilidad de una agenda oculta dirigida a ejercer presión sobre le pueblo Saharaui encaminada a persuadirle a renunciar a su derecho la independencia.

La Conferencia lanza un LLAMAMIENTO ENÉRGICO a esas agencias, a la Unión Europea y a toda la Comunidad Internacional, para que contribuyan con toda urgencia a asegurar una ayuda humanitaria suficiente respetuosa de la dignidad y de los cercos legítimos de un pueblo victima de una guerra colonial impuesta.

En los territorios ocupados la situación no deja de agravarse, Marruecos continúa allí su represión y sus persecuciones contra la población saharaui – hostigamiento diario de los activistas de los Derechos Humanos, torturas, juicios inicuos, condiciones carcelarias inhumanas, etc. La gravedad de la situación llego a limites sin precedentes tras el desencadenamiento de la intifada pacifica en mayo del 2005. El mundo entero, y en primer lugar la ONU a través de la MIURSO presente en el terreno, pudo comprobar la ferocidad de esta represión contra la población saharaui. Cárceles medievales llenas de presos políticos, torturas, desapariciones, detenciones y procesos arbitrarios es el lote diario de una brutal ocupación colonial. Un informe específico de la alta comisaría de la ONU encargada de los derechos humanos detalló, en septiembre 2006, el horror que viven las poblaciones saharuis en las zonas ocupadas. A las legítimas reivindicaciones que expresan de forma pacifica en defensa de los derechos de su pueblo, Marruecos responde con la represión feroz, con la violencia policial. En los momentos actuales, 38 presos políticos saharauis están en huelga de hambre desde el 30 de enero, y su situación se degrada día tras día…

La Conferencia DENUNCIA la violación por Marruecos de los derechos humanos en el Sahara occidental y desea expresar su firme apoyo y aliento a la resistencia heroica de la población saharaui y exige de Marruecos que ponga fin a su política de opresión y de represión. PIDE a las Naciones Unidas que haga público el informe del Alto Comisario de los Derechos Humanos sobre el Sáhara Occidental (15/23 de mayo, 19 de junio 2006). La Conferencia PIDE al Secretario General de la ONU y al Consejo de Seguridad que amplíe las competencias de la MINURSO para incluir entre ellas la defensa de los Derechos Humanos y la protección de la sociedad civil de los territorios ocupados.

La conferencia ha podido constatar que a pocos kilómetros de la localidad Tifariti, las autoridades de ocupación han erigido un vergonzoso muro de más de 2.700 kilómetros que separa a un pueblo, divide familias enteras, sembrado de minas y de instrumentos de muerte. Encarna la ocupación, la lógica de la fuerza…

Esta muralla constituye un insulto a la consciencia universal, a la dignidad humana, revela la verdadera cara de la ocupación ilegal del Sáhara Occidental por Marruecos, de su política expansionista y de sus violaciones de los Derechos Humanos. El muro de la vergüenza erigido a todo lo largo del Sáhara Occidental separa al mismo pueblo desde hace más de 30 años, y concentra los medios de destrucción terroríficos, entre ellos millones de minas de todo tipo que provocan muerte y desolación entre la población saharaui sin hablar de las desastrosas consecuencias ecológicas para la ganadería y la fauna del territorio.

Marruecos, que se niega a firmar las convenciones y tratados que prohíben el uso de las minas (Convención de Ottawa, llamamiento de Ginebra…), es culpable de este caos, de los estragos de ese muro que por su concepción y arquitectura recuerda otros muros de siniestra memoria, condenado a caer y a desaparecer un día. Los participantes EXIGEN el desmantelamiento de ese muro de la vergüenza. En el Sáhara Occidental hay urgencia, es necesario actuar.

La Conferencia manifiesta su más enérgica condena a la escalada marroquí y hace un llamamiento urgente a la ONU y en especial a su SG y al Consejo de Seguridad, para que exijan a Marruecos el respeto a sus compromisos acordados en el Plan de arreglo de 1991 y de los acuerdos de Houston de 1997.

La Conferencia considera que no hay más solución justa, legítima, democrática y aceptable, que la que tenga en cuenta el respeto a la voluntad del pueblo del Sahara Occidental y que no es más, que el respeto al derecho internacional y a las resoluciones de las Naciones Unidas.

La Conferencia exige al gobierno marroquí el poner fin a la feroz represión que ejerce contra la población civil saharaui en los territorios ocupados, liberar a todos los presos políticos y permitir la visita de los observadores independientes y de las ONG.

La Conferencia reafirma su plena solidaridad con la legítima lucha del pueblo saharaui y decide un plan de trabajo encaminado a poner en práctica esta solidaridad en el terreno político, parlamentario, social, económico, humanitario a escala mundial.

Los participantes agradecen a las autoridades políticas, militares y administrativas saharuis la contribución inestimable prestad para el éxito de la Conferencia.


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